¨ Para mi, todo deviene alegoría¨. Esta confesión de Charles Baudelaire citado por Walter Benjamin como un poderoso argumento a favor de su defensa de la alegoria como un recurso retórico imprescindible de la modernidad, se me ha venido a la cabeza ante la instalacion con la que Jimmie Durham ha abierto una nueva edicion de PAC en Murcia. Y mas que ante la instalación misma - realizada en la antigua de las Veronicas - ante las palabras con las que este artista amerindio ha querido presentar su obra. ¨ No intento dar ningún tipo de mensaje ¨ - continúa - porque ¨ lo que me interesa es transmitir un sentido intelectual continuo, no un mensaje particular. Si alguien ve mis obras y me dice que lo ha entendido todo entonces he fallado, porque la función del arte es desorientar¨. Esta defenza del non sense de la obra de arte que, en principio parece corroborado por el hecho de que la instalacion misma es un despliegue aparente o realmente inconexo de basura, deshechos y escombros, en el que figuran ruedas, tubos de pvc, cables, telas de plastico, sillas, mesas, una nevera vieja, algún teléfono inservible, estanterías metalicas cargadas de piedras y pedruzcos etc, etc. Eso sin contar con unos cuantos graffiti escritos o pintarrajeados en los blancos muros de lo que queda de la nave de una iglesia que hace años fue separada el culto. Ante tal conjunto informe de pecios de cualquier naufragio urbano no cabe menos que esperar la ´ desorientación ´de un público que ciertamente se preguntará qué carajos quiere decir todo eso. Cuahtemoc Medina no hace parte de ese público. Él es el curador de esta edición del PAC de Murcia y por lo tanto el responsable de que esta se llame Dominó canibal y se despliegue siguiendo una estrategia a lo cadaver exquisito. O sea que cada artista, con excepción de Durham que es el primero de todos, realiza una intervencion en la sala de las Veronicas contando con la obra realizada en el mismo sitio por el artista que le precedió. Y quizá por su papel y su estatuto Medina ni ha caido en la desorientacion ni se ha limitado a repetir los argumentos del Durham. Por el contrario, él ha sido pródigo en la interpretacion de la intervención de este último, en la que ha descubierto una importante dimensión transgresora, explícita en la decisión del artista de llenar de basura, escombros y graffitis un espacio que fue sacro, cuando era lugar de misas, rezos y veneraciones y lo sigue siendo ahora, cuando su sacralidad es la que rodea como un halo los espacios consagrados al arte.Incluso a los espacios consagrados al arte contemporáneo mas provocador y rupturista.
Esa interpretacion del non sense de la obra de Durham es alegórica. Como lo es la mia, que descubre en esa disparatado despliegue de escombros una alegoría del estallido de la burbuja inmobiliaria que hasta ayer mismo cifraba la prosperidad económica de Murcia.
La intervención de Theo Firmo
Hace 13 años
Me parece que la obra de Durham puede ser entendida a la luz de la propia mitologia de los pueblos indigenas norteamericanos y desde luego a la luz del analisis de la misma de Levi Strauss, la secuencia cultrura natura, el uso de piedras y de su uso para aplastar y estallar elementos de la cultura esta presente en la mitologia amerindia en especial en el grupo de mitos husband.star
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