El novelista Antonio Muñoz Molina publicó en babelia (06.03.10) un comentario sobre End of an Era, la mas reciente exposicion de Damian Hirst en la galeria Gagosian de Nueva York. El comentario era especialmente ácido y dio lugar, entre otras cosas, al breve intercambio e mail entre la artista Marisa González, actualmente residente en Londres, y yo, que tuvo como corolario el comentario de una amiga suya, adscrita a la embajada española en la capital británica. Estos son sus términos:
Querido Carlos: Ahora, sábado después del lunch, un precioso día soleado de Londres, en el salón con mucho sol y buena música, abro el diario El País y enseguida Babelia. En cuanto he leído el artículo de Muñoz Molina "Al final de una era," me he acordado de ti y me dieron ganas de comentarlo. Ya hemos hablado algunas veces sobre este autor que, como Vicente Verdú, Manuel Vicent, Javier Marías etcétera, todos creadores de opinión y todos en contra del arte contemporáneo. Pero este artículo de Muñoz Molina está muy bien. Quien compra el arte tan caro? Los especuladores y banqueros que nos están llevando a la ruina. ¿Por qué vale más una obra que otra? Por el sello, el marchamo que la avala, la marca, la firma. Los demás vamos de comparsa, pero eso si la comparsa tiene que ser buena. Siempre hemos dicho que en ARCO se benefician solo unos pocos, los de la primera fila del desfile, del ballet, pero todos los demás, la comparsa, lo tenemos que hacer muy bien si queremos estar. No somos los bailarines figuras del ballet, ni los cantantes solistas, somos el coro, pero estamos en el ballet nacional, en el coro del Real, de comparsa. Al final el arte es un producto especulativo y mediático manejado por cuatro poderosos y algún artista financiero y especulador ¡Que pena ¡
Espero que comentes el artículo de Muñoz Molina en tu blog porque tu opinión me interesa.
Un gran abrazo.
Marisa
Marisa querida: el articulo de Muñoz Molina está bien pero se pasa un poco, porque pone exclusivamente su mirada en el mismo lugar donde lo ponen los focos de los media. O sea en aquel arte espectacular vinculado a los precios exorbitantes y a los artistas más glamorosos, que si alcanza tanta resonancia a escala social es debido justamente a la excesiva atención que le prestan dichos media. Pero como sabemos bien tú y yo el arte es más que ese arte y no me refiero sólo a los artistas marginados o automarginados que desdeñan la esfera pública y optan por un voluntario exilio en los confines de la sociedad. Me refiero, en realidad, a esos artistas que exponen en galerías, museos, centros de arte, bienales y documentas y cuya obra solo merece la atención de los media - y por ende de los especuladores y de los millonarios ansiosos de fama - cuando protagonizan un escándalo o baten un anterior record de los precios. ¿Conocerá Muñoz Molina a Tony Cragg, Gerhardt Richter, Shirin Neshat, Susana Solano, Rodney Graham, León Ferrari u Oscar Muñoz, para mencionar de entre todos los artistas actuales los que se me vienen ahora de un golpe a la cabeza? Y si los conoce ¿porqué los deja fuera? ¿Por qué expone, en términos que resultan absolutos, unas reflexiones sobre la situación actual del arte contemporáneo que deja fuera lo que es y lo que importa su obra? ¿O es acaso él también quiere audiencia y resonancia mediática denunciando los excesos del mercado del arte precisamente ahora, cuando somos tantos los que estamos indignados con los catastróficos excesos en los que han incurrido impunemente los dueños de las finanzas del mundo? En fin, repito, el arte es más que el que promueven los media y triunfa en las subastas. Y por lo mismo, los que estamos vitalmente comprometidos con él, somos más que simples comparsas de las prima donas. En el mundo del arte - como en los restantes mundos que componen nuestro mundo - todos somos necesarios aunque ninguno de nosotros sea imprescindible.
Abrazos.
Hola Marisa.
Estoy de acuerdo en lo que dice tu amigo Carlos Jiménez, pero creo que el que haya otro tipo de artistas y de arte no contradice lo que Molina decía en su artículo. Yo creo que él criticaba ese arte tan mercantilista y mediático y los precios desorbitados que alcanza, pero no insinuaba que fuera el único arte que existe.
Saludos
La intervención de Theo Firmo
Hace 13 años
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