miércoles, 13 de octubre de 2010

La consagración del lugar.

La exposición Desplazamientos - abierta actualmente en Casa Encendida - puede leerse como un balance e inclusive como una muestra representativa de lo sucedido en el arte español en la última década. Al fin y al cabo conmemora explícitamente los diez años de existencia de Generaciones, un programa de premios y becas patrocinado por Caja Madrid, del cual se han beneficiado 500 artistas, entre ellos los diez elegidos por un jurado encabezado por Estrella de Diego para formar parte de esta selección y que ocupan además un lugar destacado en la actual escena artística. ¨Diez de diez ¨ es casi una fórmula de cuadro mágico de números y quizás son igual de mágicos los motivos por los que dicha comisión ha elegido a estos artistas y a no otros. Mágicos o, en cualquier caso inescrutables para mí, que prefiero dejarlos de lado y concentrarme en el resultado neto de esa elección: diez artistas, diez obras. Y todavía más: en la tendencia que domina en ese conjunto y que podría calificar de consagración del lugar como lugar de la nostalgia, como locus saturnino. Esto es algo que podría decirse por lo menos de Laura Almarcegui, que vagabundea por los extrarradios y los rincones perdidos de las grandes ciudades, en busca de esos descampados dejados de la mano de Dios - como suele decirse - para recuperarlos y sobre todo ungirlos, exigiendo en consecuencia a las autoridades competentes que los curen, que velen por la preservación de su estado actual el máximo tiempo posible. Ella es consciente de que no están definitivamente libres de padecer las impactantes transformaciones de los espacios urbanos producidas por el mismo progreso urbanístico que en su día los abandonó a la vera del camino, pero que mañana puede volcarse sobre ellos para satisfacer implacablemente sus fines. Algo semejante hace Ibón Arramberri cuando expone las señales y las indicaciones de tráfico puestas en los caminos y las carreteras que fueron sumergidas para siempre por las aguas de un pantano. Esas señales son fetiches, mejor aún, relicarios de unos lugares perdidos sin remedio. Las meticulosas fotografías de Bleda y Rosa revisitan y a la vez monumentalizan al modo fotográfico, sitios que, como las ruinas clásicas, ya son monumentales por el papel que previamente les fue asignado de escenarios mudos de los episodios más notables de una historia que es tan ejemplar como irrecuperable.
Sergio Belinchón y Pedro G. Romero son, sin embargo, quienes han realizado las operaciones más audaces de consagración del lugar. El primero expone una obra titulada El bueno, el malo y el feo, que consiste en una reproducción de la mítica película de Sergio Leone que suprime radicalmente sus personajes y sus acciones para dejar en pie solamente el audio y los lugares que les sirvieron a los primeros de escenario. La ficción cinematográfica se anula en beneficio exclusivo de los lugares que ella misma mitificó y por lo tanto desterritorializó. La pieza que presenta Pedro G. Romero es parte de su proyecto de larga duración Archivos FX y como ellos es una mezcla de Tesaurus y Atlas Mnemosine warburgiano, cuya pieza clave es siempre la fotografía de un lugar que pasa a ser consagrado por la singular- y hasta ahora omitida - historia de la iconoclastia en España, a cuya (re)construcción esta dedicado Romero desde hace años.
En fin, los artistas que se distancian de la fijación en el lugar podrían ser la pareja David Bastué y Marc Vives y el propio Federico Guzmán. En Estado de cambio - que es la obra de los primeros - los espacios son claramente las cambiantes escenografías de unos relatos delirantes, surrealistas si se quiere. Como también es surrealista Hombre- árbol, la pieza de Federico Guzmán que paradójicamente interpreta al hombre y lo presenta como un ser esencialmente desarraigado.

(14.10.10)

2 comentarios:

  1. felicidades por tu exposición, yo curo pero con dependencia absoluta de algo o alguien.

    saludos.

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  2. Hola, me urge ponerme en contacto con usted por un reportaje que estoy elaborando. Mi dirección es vinitials@yahoo.es Gracias. Un abrazo

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