domingo, 14 de diciembre de 2008

Crisis y ambiguedad de los superheroes

El año termina y en esta hora de balances me quedo, en primera instancia, con el que de que en 2008 me di cuenta de una singular trasvaloracion de los valores por obra de la cual Supermán demostró su debilidad hasta el punto de luchar por su vida en una unidad de cuidados intensivos y Batman se transformó en un marginado de la ley, que no vacila en darle una tremenda paliza en una comisaría al Joker, uno de sus eternos rivales. Superman se muestra vulnerable en una película de años atras que, sin embargo, vi en la television sólo este año, poco antes de que, subyugado por una campaña publicitaria de auténtica saturacion, fui a una sala de cine y vi ¨ The Dark Knight ¨ , ¨ El caballero oscuro¨, la nueva versión de Batman, el protector desinteresado e insomne de la legendaria ciudad Gótica. Confieso que la pelicula me alarmó por su sofisticada perversión. Que no es poca cosa que se transforme en villano uno de los superheroes que desde hace tantas décadas ha encarnado el ideal hegemónico del bien y la virtud americanas. Y que lo ha hecho bajo la doble figura de hombre atlético, guapo y rico y de ubicuo enmascarado sin identidad reconocida. Ahora este paladín del bien, este enemigo implacable de los criminales e invencible protector de los ciudadanos indefensos, decide que los malos de hoy son tan extremadamente malos que para vencerlos no queda mas remedio que imitar sus horribles metodos. Y lo que es peor, que los representantes de la ley y el orden digan que la aceptación de ese trastocamiento ético esta exigida por esa maldad extrema de los malvados que asedian actualmente a la ciudad Gótica, esa alegoria de América.
Pienso que esta trasvaloración no puede desligarse de la defensa que prominentes figuras del Washington de Bush han hecho de la tortura, los ´daños colaterales ´ y ´las acciones unilaterales ´ Esta parece la ambiguedad moral característica de esta época: el bien hace el mal sin dejar de hacerlo bien. ¡Qué bien!

1 comentario:

  1. Estoy completamente de acuerdo con tu apreciación; hoy como todas las mañanas recorría la M50 con los pensamientos adormecidos, y desordenados, mezclados con las voces lejanas de los periodistas de la cadena ser, cuando mi cerebro ha frenado en seco para escuchar un comentario de Carles Francino, en él informaba sobre las declaraciones de un político de primera línea del gobierno Busch que había afirmado que él estaba informado de las prácticas que se realizaban en Guantánamo y que estaba plenamenta a favor del "simulacro de ahogamiento" para extraer a esos presos información. Tan solo hace unos días había recibido una publicidad de amnistia Internacional en la que con imágenes ficticias reproducía la angustia de un hombre sometido a ese tipo de tortura; igual que en el momento de la noticia de la Ser, mi mente y mi mirada se quedó bloqueada contemplando la angustia y empecé a llorar sin poderlo evitar. ¿Cómo alguien puede estar a favor de semejante atrocidad? y ¿Cómo un pueblo puede querer que le gobierne alguién tan brutal? ¿Cómo alguien puede pensar que se pueden realizar esas prácticas dentro de la legalidad y la democracia? Es cierto lo que comentabas: la política, el cine, la competencia profesional, nos estan haciendo creer que todo vale si los fines merecen la pena. ¡Y quien valorará la dimensión del fin para justificar los medios!. ESTAMOS LOCOS.
    Un afectuoso saludo. Emma

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