La verdad es que no está nada mal
Pop life: Art in material World, la exposicion que Catherine Wood ha curado para la Tate Modern de Londres (01.10.09). Hay en la misma obras y artistas con suficiente brand como para que hasta el visitante mas desprevenido termine enterándose que el mundo del arte internacional hace ya un buen rato adoptó el star system y que los artistas que ocupan los primeros lugares en el mismo no sólo son como cualquiera otra de las las estrellas de la pop culture sino que han llegado a serlo porque se propusieron con ahinco desde el comienzo de sus carreras convertirse en una de ellas. Como se lo propuso Warhol y como se lo han propuesto igualmente Jeff Koons y Damian Hirst, para citar solo a tres de las marcas mas reconocidas y aclamadas del momento. La Wood ha querido, ademas, no solo dejar constancia con esta exposicion de la definitiva sustitución de la obra de arte por el artista y de este por la marca que encarna y sobre todo anima, sino que ha querido que se reflexione sobre este singular sustituismo organizando un seminario paralelo, en cuya lista de ponentes se mezclan los artistas y los filosofos con agudos analistas del mundo financiero, como no podía ser de otra manera. Lo que no sabemos, en cambio, es si entraba en sus planes que agentes de la brigada de publicaciones obscenas de la policía metropolitana de Londres visitaran la exposiciòn antes de su inauguracion, la revisaran de arriba a abajo y retiraran de la misma
Spiritual America, una obra de Richard Prince fechada en 1983, con el argumento de que es inadmisible su exposicion en público debido a que en el centro de la composición de la misma aparece la imagen de Brooke Shields desnuda y cuando aún era menor de edad. Pero en definitiva carece de interes aclarar si Catherine Wood llamó o no a la policía porque lo verdaderamte importante es que intervencion de la misma puso en escena en la mismísima Tate Modern el papel crucial que han cumplido y cumplen la provocacion y el escándalo en la forja y la promoción de las marcas artisticas. Eso lo han sabido bien Warhol, Koons, Hirst y Dali - el auténtico maestro de todos ellos - y la performance de los esforzados agentes británicos de la ley ha sabido ponerlo de nuevo en evidencia con una contundencia con la que difícilmente han podido competir los sabios ponentes convocados por Wood a su seminario. ¿ O es que hay algún escandalo que valga la pena que lo sea sin la intervencion de la policía ? Pero no sólo deberian estar agradecidos por la intervención de los brigadistas Wood, la Tate y los artistas representados en la expo. También tendrían que estarlo los publicistas del mundo que tienen hoy a su cargo la penosa tarea de salvar las marcas del desafecto de un público consumidor acogotado por la crisis mundial. La poderosa repercusion mediática y los inocultables beneficios publicitarios derivadados de la censura de la obra de Richard Prince, les habrá refrescado todos ellos las ideas.
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