Thomas Hirschhorn ha traido a la Casa Encendida de Madrid (08.10.09) los maniquies que expuso inicialmente en unos escaparates de las legendarias Galerias Lafayette de Paris y que sometido a unas manipulaciones agresivas que han convertido a esos paradigmas de la belleza media, estadistica, neutral, en auténticos monstruos. Cierto, no todos estan atravesados de parte a parte por enormes boquetes, ni estan completamente cubiertos de clavos pero los que se libran de agresiones tan desmedidas están intimamente contaminados por el clima creado por esas agresiones. Inclusive los que son simplemente bustos de resina sintética con los organos internos expuestos, utilizados normalmente para enseñar anatomía, tambien contribuyen a generar esa atmosfera atroz. El titulo de la exposición
The subjecters, Los subjetivadores, remite a las intenciones de este artista suizo, comprometido con la promoción de formas de subjetivación claramente diferenciadas del individualismo actualmente hegemónico, que encarna paradojicamente en los maniquies utilizados en los grandes almacenes y en las tiendas de ropa. A él esta forma de subjetividad aparentemente le resulta monstruosa y para que compartamos su percepcion de la misma destroza maniquíes y los expone crudamente a nuestra miradas. Y para que reflexionemos en profundidad sobre lo que suponen los maniquies en nuestra cultura los entrelaza entre sí y pone sobre la frente de muchos de ellos - como si fueran lemas comerciales, términos como Hope, Love o Truth - tan encarecidos por los bienpensantes. Y los asocia, además, con las horribles imagenes de víctimas de crímenes y de atentados que nos ofrecen regularmente los media.
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