domingo, 27 de diciembre de 2009

Noche buena en el Gran Hermano.

En Noche buena( 24.12.09) me asomé por primera vez en mucho tiempo a la versión española del programa The Big Brother, al que en su día presté mucha atención, interesado en responder a la pregunta sobre ¿que resta del teatro hoy que toda teatralidad parece completamente subugada por el naturalismo tan fascinante como fatídico acuñado por los mass media?. El Gran hermano me pareció entonces el epítome y a la vez la cifra de ese naturalismo que no se atreve a decir su nombre y que ahora, revisitado en la noche mas ritualizada de la cristiandad, me enseña de repente hasta qué extremos de estupidez puede llegar el culto a la espontaneidad a la que está dedicado el que fuera el programa mas innovador de la televisión mundial. Conviene aclarar sin embargo que la espontaneidad que cultiva y consagra el célebre programa es la espontaneidad entendida como el comportamiento natural por excelencia de los hombres ´ que nacen y permanecen libres´- como reza el preámbulo de la Constitución americana y que por lo tanto preexisten a cualquier vínculo o lazo social, que sólo contraen despues de firmar el ´contrato social´ exigido por Rousseau. Y así es exactamente como se comportan los participantes del Gran Hermano: como individuos carentes de todo lazo social previo - incluidos la servidumbre laboral y el sometimiento al Estado- que sólo contraen a lo largo del programa televisivo los que les dictan los afectos o los que les vienen en gana. Arrojados literalmente al escenario ciertamente abstracto y vacío de la libertad absoluta no es de extrañar que los participantes del Gran Hermano terminen comportandose como auténticos idiotas. Idiota es, según el DRAE, el que padece de idocia/ el engreido sin fundamento para ello/ el tonto, corto de entendimiento o el que carece de toda instrucción.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Pierre Gonnord: retratos geológicos.

Pierre Gonnord inagura su exposicion Terre de personne (17.12.09) en la sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid y casi simultáneamente llega a las librerias de la misma la traducción al castellano de L´image survivante. Histoire de l´art et temps des fantomes selon Aby Warburg, una obra ciertamente capital de George Didi Huberman. Y el azar o la casualidad se muestran una vez mas reveladores, porque si hay alguna una imágen capaz de condensar y transmitir sin traicionarla la compleja lectura que Didi Huberman ha hecho del pensamiento del autor del Atlas Mnemosyne, esa imagen ha de ser necesariamente geológica. Para Warburg la historia del arte no se despliega en un tiempo vacío - tiempo cartesiano, tiempo de la modernidad - sino en uno que es tan denso como las formaciones geológicas y sometido como ellas a fricciones, fracturas y desplazamientos subterraneos decisivos y con frecuencia invisibles que solo puden ser captados por esos singulares sismógrafos que son las obras de arte. Los retratos que ahora está exponiendo Pierre Gonnord parecen pertenecer a esa clase de sismógrafos porque los rostros que él ha fotografiado de aldeanas, campesinos, mineros y pescadores artesanales de León, de Galicia y de la provincia de Porto parecen mas formaciones geológicas que espejos de algo tan etéreo e inasible como es el alma. Son rostros quemados por el sol, fracturados por los cambios bruscos de temperaturas, erosionados por la lluvia, desgastados por el viento y la arenisca y oscurecidos por el hollín que remiten ya no a la historia del arte sino a la historia non evénementiel de unas clases y unos estratos sociales cuyas vidas están igualmente sometidas a fracturas y a deslizamientos de capas tectónicas profundas que hoy, en pleno boom historiográfico, pasan sin embargo igual de desaparcibidas que antes. O incluso, aún más desapercibidas que antes.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Susan Collins: el oro y el tesoro.

Damian Hirst abandona el espectáculo y se pasa a la pintura, Saatchi monta su peculiar versión de Operación Triunfo en la BBC con la complicidad del Ermitage, los bancos cierran el grifo de los préstamos, el dolar se hunde, el precio del oro se dispara... Y se multiplican los artistas que escarban entre los restos de ese naufragio intentando aclarar porqué todo que iba tan estupendamente se vino de repente abajo, intentando descubrir en ese amasijo informe las señales que anticipan la dirección del porvenir. O mejor: de lo que tendriamos que hacer venir si es que conseguimos aclarar qué es lo que deseamos que venga. La artista británica Susan Collins es uno de esos artistas. O por lo menos a mi me lo parece, porque sólo teniendo presente el estado ruinoso en el que se encuentran los delirios, las fantasías y las ilusiones que alimentaron y se alimentaron con el tsunami especulativo que barrió de un extremo al otro la escena artística internacional, puede entenderse cabalmente su exposición en la galeria Espacio Minimo de Madrid( 15.12.09). El aspecto del conjunto remite a esos restos de una exposición con los que Valcárcel Medina compuso hace poco su particular ´ jardín zen´en la sede de la Fundación San Martín de Porres ( ver el post: ´El artista como buhonero ´). Pero cuando la atención y la mirada se detienen en cada uno de ellos se descubre que esos palos rotos, esos trozos de tela, esas manchas en el suelo, esos tacos en la pared o esos tornillos rotos, estan hechos con maderas preciosas y materiales nobles: palo de rosa, caoba, plata de ley, platino, diamante, oro... Y entonces se capta que la firme creencia especulativa en que todo lo que brilla es oro ha sufrido un desplazamiento irónico que da lugar a una sentencia inédita: los despojos, los desechos, los pecios, las ruinas, son un auténtico tesoro para el pensamiento capaz de advertir ellos los indicios del porvenir.

martes, 15 de diciembre de 2009

Ricki Dávila en Bogotá.

Nubes de un cielo que no cambia es el titulo de la exposición de Ricky Dávila inaugurada hace un par de semanas(24.11.09) en la Casa de America de Madrid dedicada a las fotografías que hizo el año pasado durante una breve estancia en Bogotá. El titulo viene de un poema de Dufay Bustamante, un jóven poeta bogotano cuyos poemas se mezclan en los desnudos muros blancos de las salas de exposiciones de esta Casa con las fotos del propio Davila Pero las fotografias no son ilustraciones en sentido clasico de los poemas ni los poemas estan inspirados en las fotos. No, lo que sucede en realidad es que tanto las unas como los otros han intentado cada uno a su manera y con sus recursos propios captar en imágenes ( instantaneas en el caso de la fotografía, de ´alta velocidad ´que diría Ezra Pound en el caso de la poesía) el devenir de la vida común en una metrópolis tan fascinante y conflictiva como es Bogotá. Pero no solo les acerca el objeto o el motivo común. Tambien lo hace la forma compartida por ambos de quitar el intenso colorido del verdísimo entorno natural de esa ciudad, cargando las tintas hasta el punto para transformar cada imagen en un duelo sin contemplaciones entre el blanco y el negro que siempre parece ganar el negro. El Bogotá resultante tiene que ver poco con las imagenes del Bogotá amable, exultante y en definitiva turística acuñadas por la multimillonaria campaña gubernamental Colombia: el riesgo es que te quieras quedar pero, en cambio, tiene mucho que ver con la experiencia despiadada de transitar por las calles principales de una ciudad tan hermosa y cruel como Bogotá.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Madrid submarino.

En el verano de 1929 el Premio Nobel de literatura Miguel Ángel Asturias publicó un articulo titulado escuetamente Madrid, en el que tiene la insólita ocurrencia de imaginar a la capital de España bajo las aguas del mar: ¨ Hablamos de Madrid como de los paises submarinos que conocemos por los mariscos y las fotografias ¨- afirma. Y añade: ¨La realidad submarina, como la madrileña, es tan especial que comparada con la realidad de otros medios cósmicos, resulta más exacto catalogarla entre lo que casi es sueño. De alli que en Madrid - concluye - la realidad tenga valor tan secundario¨. Una afirmación tan rotunda sobre lo que es esta villa y corte resulta aún mas sorprendente cuando se sabe que su autor lo es también de otros articulos sobre Toledo, Segovia o El Escorial en los que circulan los tópicos sobre la Castilla austera, grave y seca en la que no parece haber lugar mas que para un insobornable realismo. Pero resulta igualmente una intuición deslumbrante que a mi me parece producto de la fascinación ejercida sobre el gran escritor guatemalteco por la arquitectura surreal (¿ sumergida?) de la Gran Via y la calle Alcalá, entre la que se destacaba y aún se destaca la del edificio casi delirante que fuera la sede central del Banco Hispanoamericano y hoy lo es del Instituto Cervantes. El mismo donde actualmente se exhibe una muestra de la extraordinaria colección de caracolas marinas de Pablo Neruda, que tan lejos de su hogar en el Oceáno Pacífico se sienten sin embargo en casa en ese Madrid submario tan audazmente intuido por Asturias.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Nomadismo en Hong Kong


El titulo de estas líneas puede resultar un auténtico oximoron para quienes conocen Hong Kong y por lo mismo saben de primera mano que es una de las metropolis mas superpobladas del planeta donde, como In the mood of Love, la extraordinaria película de Wong Kar Wai, cada habitante no parece disponer para sí de más de un metro cuadrado de espacio. ¿ Cómo es posible entonces hablar siquiera de nomadismo en una ciudad donde a duras penas se tiene libertad de movimiento y donde el único hipotético nomadismo es el de los marinos que salen de su puerto y se adentran en la vastedad del oceáno, ese doble insondable de los grandes desiertos? Eso era por lo menos lo que yo pensaba hasta cuando Marisa González me enseñó ( 05.12.09) en su estudio de Madrid - ahora vive en Londres - un adelanto del trabajo fotográfico y videográfico que está adelantando sobre las decenas de miles de asistentes domesticas filipinas que viven y trabajan atualmente en la ex colonia británica. Son tantas y su trabajo es en definitiva tan imprescindibles para el funcionamiento de la densísima urbe en la que se inspiró Juan Muñoz para su inolvidable intervención en Turbine Hall, que han conseguido ganarle el pulso a las autoridades locales que ahora consienten que ellas celebren su Day off, su dia de fiesta, en los generosos espacios de las plazas y los pasajes peatonales del sector mas exquisito del Downtown. Ese que ocupan las multinacionales, los grandes bancos y las tiendas de las grandes marcas de ropa y cosmésticos de Occidente: Armani, Chanel, Gucci, Prada, etc, etc. Y en el que en las mañanas de los domingos y días festivos surge de repente una ciudad efímera de minúsculas casas hechas de cartón, ocupadas por una legión incontable de trabajadoras filipinas que se pasan todo el día allí, leyendo, escuchándo música, comiendo, hablando con sus amigas, visitándolas y haciendo diligencias tan comunes y corrientes como escribir cartas y enviar paquetes a su familia o realizar gestiones en los bancos. Al final de la tarde, todas se marchan y esa insólita ciudad efimera desaparece con la misma rapidez con la que desaparecen los campamentos de los beduinos cuando pliegan sus tiendas y emprenden de nuevo su marcha interminable por el desierto.

El artista como buhonero.

O como reciclador. Que ambas palabras remiten a quien hurga en los desechos para recuperar las antiguallas, las chucherias, los trastos viejos, los pecios de los múltiples naufragios de la vida cotidiana a los que intenta dar una nueva vida. El oficio - hoy casi extinguido en las capitales metropolitanas aunque no en las metrópolis tercermundistas - le inspiró en su día a Walter Benjamin la metáfora del ´ historiador como buhonero ´con la que quiso ofrecer una imagen potente de su concepción del historiador materialista como aquel que husmea en los basureros de la historia en busca del sentido de la misma reprimido por los monumentos, las efemerides y los archivos oficiales. Y hoy (11.12.09)traigo a cuento este término porque en las últimas dos semanas he topado con tres artistas actuando como buhoneros. A Emilia Azcárate - la primera de ellas - le dediqué una entrada este blog en la que mencionaba su trabajo con desechos sin explicar que con etiquetas, tapas de bebidas gaseosas, latas, botes, cuentas de colores abandonados o lo que sea - siempre que haya sido abandonado o arrojado a la basura -ella compone instalaciones y obras murales de disposicion geometrica que evocan los diseños de los tejidos étnicos o los mandalas de la tradición budista pero tambien las pinturas y las construcciones geométricas de sus compatriotas, los cinetistas venezolanos. Es cierto que el desecho se pone en las obras de Azcárate al servicio de una finalidad puramente estética pero aún así sobrevive como huella o vestigio reconocible de un pasado que es ciertamente el nuestro. El segundo protagonista de estos encuentros coincidentes es Fernando Baena, de quien vi en Córdoba - en el marco de una exposición llamada El resto precisamente - un video que documenta el taller que bajo su dirección realizaron un grupo multinacional de indigentes de Madrid sobre un conjunto de fotografías de album familiar rescatado de una casa señorial abandonada por el director de la fundación caritativa donde se realizó dicho taller. En el video se ve cómo se explayan y barajan incesantemente sobre una gran mesa las fotos en blanco y negro y con copias de distinto formato que dan cuenta de la vida social e íntima de una familia que por el aspecto, el empaque y los recursos parece de clase alta, relacionada con altos cargos del régimen franquista y capaz tambien de ser muy modernos y de estar a la moda Ye Ye de los años 60. El ejercicio siguiente fue la invención por parte de esos indigentes de historias o relatos en los que encajaran esas imagenes y que pudieran ofrecer un sentido a las mismas. Y el último acto lo protagonizó Baena sepultando esas fotos en un bloque compacto de escayola que las recuerda al tiempo que las hace invisibles para siempre. Tal y como procede con el pasado que evoca cualquiera de los monumentos que ocupan nuestras plazas y parques.
Y anoche fue la inauguracion de Dentro fuera/ Comer de sobras, una instalación realizada por Isidoro Valcárcel Medina en la sede de la misma fundación que acogió el taller de Fernando Baena con los indigentes, tan dados ellos mismos a la buhonería y al reciclaje. La instalación ocupa la planta baja de la Fundación San Martín de Porres y consiste en una suerte de jardin seco ( ¿ de jardín zen ? ), cuyos senderos, delimitados por largos listones de conglomerado o contrachapado, circulan por entre ´ parterres ´ llenos de desechos. ´ Son los restos, los sobrantes del montaje de la exposición Los Encuentros de Pamplona ´- explica con la bonhomía y la sonrisa de siempre Valcárcel Medina a un público apretujado en el reducido espacio de la instalación y del que hacen parte el mismo Baena, Anna Gimein,Tono Areán, Miguel Cereceda y Rosa, su mujer, aparte de la nutrida delegación del Museo Reina Sofia: Manolo Borja, Patricia Molins, Teresa Velázquez. Cierto, este exposición de los restos definitivamente anónimos de un montaje puede leerse como un comentario ironico al empeño de José Díaz Cuyas de calificar a los Encuentros de Pamplona como el ´fin de fiesta del arte experimental ´. El arte experimental celebró entoces su gran fiesta y luego no quedó de él nada distinto a estos míseros restos - vendría a decir esta instalación. Sin embargo yo prefiero ver en ella un nuevo canto de amor de Valcárcel Medina a la pobreza, que ratifica además mi intuicion de que su vida y su obra constituyen un magnífico ejemplo de ese franciscanismo de nuevo cuño que condensa la propuesta ética y política que Michael Hardt y Toni Negri presentaron hace poco al mundo del arte como respuesta a la actual crisis mundial del capitalismo.

jueves, 3 de diciembre de 2009

De extra en un video de Daniel Canogar.

El sábado pasado (28.11.09), y respondiendo a una convocatoria publica, fui a un plató de television situado en una zona industrial de la periferia de Madrid, a participar como extra en unas grabaciones de video programadas por Daniel Canogar. A él le han encargado la realizacion de una de las obras de arte que se desplegaran en Bruselas para ¿ acompañar? ¿ mejorar? ¿ potenciar? la imagen internacional de España durante el período en el que Rodriguez Zapatero ejercerá la presidencia de la Union Europea. Pero, la verdad, es que yo no fui por participar de algún modo en tan notable ocasión sino porque quería ver muy de cerca cómo se las arregla Canogar para reunir cada vez esos ejercitos de voluntarios que protagonizan desde el anonimato esos videos que él despues proyecta sobre la arquitectura de la Puerta de Alcalá de Madrid o los muros inaccesibles del Alcazar de Segovia. Mi experiencia fue dura porque el plató, sin nada de calefaccion, estaba helado en una mañana que fue muy fria y nubosa y porque las exigencias técnicas de la grabación obligaban a estar descalzo la mayor parte del tiempo sobre el pavimento de cemento desnudo. Pero resultó fructífera porque me permitió observar de cerca los métodos de dirección de Canogar, que tiene en la cabeza un guion, que nadie aparte de él conoce, y que va traduciendo en indicaciones muy precisas a quienes sin ninguna experiencia actoral previa sin embargo actúan. El resultado, visto desde la perspectiva de quienes seguimos esas instrucciones, resultaba fragmentario, aislado, inconexo. Pero todos estabamos seguros que al final eso no importaría nada porque gracias al photoshop y el montaje todo ese material disparatado va a adquirir coherencia formal y hasta sentido. Algún sentido, quizá el definido de antemano por Canogar.

Bernardi Roig en el IVAM

Shadows must dance es el título elegido por Bernardí Roig para la exposición que hizo inicialmente en el museo Ca Pesaro de Venecia, en el marco de la pasada edición de la bienal de Venecia, y de la que ahora ofrece una nueva version en el IVAM de Valencia (26.11.09). Los contenidos de ambas son muy semejantes pero lo que varía notoriamente es el contexto en el que se han realizado cada una de ellas. El museo de Venecia tiene una colección relativamente modesta en la que las pinturas y esculturas clásicas se mezclan con las decimonónicas y ciertamente fue muy valiente Bernardi Roig al exponer en los espacios del palacio dieciochezco donde se enseña esa colección, corriendo el grave riesgo de producir con su intervencion confusion y ruido visual en unos espacios que están al borde del exceso y la saturación. Él resolvió sin embargo felizmente el desafio, disponiendo sus obras de tal manera que entablaron un diálogo muy estimulante tanto con las piezas vecinas de la colección como con la prolija ornamentacion arquitectónica de las salas, las escaleras o los pasajes. Y ello fue posible porque Bernardi contaba de antemano con el hecho de que su obra - aunque centrada en representaciones escultóricas realistas del cuerpo humano - tiende a esa clase de teatralizacion que en vez de enmascarar u obliterar el artificio lo subraya y lo potencia extraordinariamente. De alli que la teatralidad de sus obras duplicase como un espejo alterado la enfática teatralidad barroca del Ca Pesaro. En el caso del IVAM esa misma teatralidad se impuso a la arquitectura aseptica, neutra, característica del White Cube, de las salas convertidas inesperadamente en vestibulos, antesalas, palcos y plateas de los tableaux vivant de una dramaturgia suspendida en un presente eterno que rinde homenaje a la belleza gélida de la crueldad.