lunes, 11 de octubre de 2010

Manifesta 8: el lugar de la crisis.



La octava edicion de Manifesta es ciertamente un buen inventario de los temas y las preocupaciones que integran la agenda difusa que ha imperado en la escena artística internacional durante la última década, por lo menos. Este festival - que se está celebrando actualmente en Murcia y Cartagena - incluye obras y artistas que mayoritariamente responden a asuntos como la celebracion de la ruina y del accidente, la deconstrucción de los dispositivos técnicos y conceptuales de la percepción, el cuestionamiento de la cultura patriarcal, el racismo, la segregación social y la xenofobia, la reivindicación del multiculturalismo y defensa de la memoria histórica y de los singulares microrelatos en los que toma cuerpo, y relectura de los archivos ... En fin,la crítica de la guerra, el terrorismo y la violencia ¨ expandida ¨, tal y como la califica el equipo de brumaria que expone un trabajo bajo ese titulo en las celdas de la cárcel San Antón, una de las sedes de este festival de las artes en Cartagena.
Pero esta abundante diversidad temática hace todavia mas notorio el hecho de que la actual crisis económica apenas figura en esta edición de Manifesta. Y no se sabe bien si por decisión de los tres equipos curatoriales, porque todavia los artistas no han incorporado la crísis al círculo de sus intereses y preocupaciones o solamente porque quienes sí lo han hecho no han descubierto aún las vias de aproximacion e intelección y los medios adecuados de expresión de estas últimas. Yo me inclino por una explicación que articule estos tres factores, pero aún así adjudico el mayor peso al último, porque si algo caracteriza a la actual crisis económica mundial es el hecho de que la explosión semántica que la ha acompañado ha producido paradojicamente una auténtica implosión del sentido, el catastrófico desfondamiento de este último. O dicho en otros términos: hay tal exceso de palabrería en los media que el resultado final es que nadie entiende cabalmente qué es lo que realmente está pasando. En España, por ejemplo, existe un alto porcentaje de ciudadanos para quienes la crisis mundial del capitalismo tiene un único responsable y ese es ! Rodriguez Zapatero¡.Por eso valoro tanto una obra como la de la artista canadiense Melanie Gilligan, que intenta salir del embrollo generado por la charlatanería mediática por medio de una pieza que es a la vez parodia y sátira del lenguaje y de los personajes estereotipados que agenciaron y vehicularon las fuerzas y las tendencias económicas que desencadenaron la crisis. Se titula ¨ Crisis in the Credit System ¨ y es un video monocanal de 38 minutos de duración, que pone en escena el resultado del desafio que la artista le lanza a un grupo de personas comunes y corrientes de interpretar el papel de alguno de esos analistas, especialistas y brokers que tan alegremente apostaron durante años en Wall Street a la ruleta, sin tener la más mínima conciencia de que esa ruleta resultaria siendo rusa. El resultado es brillante y desde luego revelador. Y no solo porque desmistifique una retórica y unos personajes que hasta ayer estaban poco menos que sacralizados sino porque muestra hasta qué punto es pertinente acudir hoy a la parodia, la sátira e inclusive la ironía para intentar tomar consciencia de qué es lo nos está efectivamente pasando. Parafraseando a Nietzche habria que decir que hoy, lo que verdaderamente nos hace falta, es una gaya ciencia. Una ciencia alegre y nada triste ni póstuma.

2 comentarios:

  1. Yo no entiendo porqué, en medio del recorte brutal de los presupuestos de cultura, se siguen gastando pastones como el que se han gastado en Manifesta. ¿Será que la huerta murciana sigue dando para tanto?

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  2. Muy interesante el comentario, pero me sabe a poco. Tendrías que escribir uno mas amplio.

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