Quizás T.S. Eliot se equivocó otorgando a abril el
calificativo de the cruellest month cuando
en realidad septiembre es el mes más cruel. Es el mes de las matanzas de los
campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila en Líbano, del golpe de
Estado que derrocó a Salvador Allende en Chile, de los atentados del 11 de
septiembre en Nueva York y Washington y desde luego el mes en el que se
desencadenó la II Guerra Mundial, el más devastador conflicto bélico que haya
padecido la humanidad hasta la fecha. Podría decirse que en este caso la
intuición poética ha sido corregida por la historia y añadirse que el verso
inicial de ese vasto y atribulado poema que es The Waste Land también yerra
porque califica de cruel el resurgir de la naturaleza del duro invierno
engendrando lilas y brotes tiernos. Eliot - anticipándose a la melancólica
proscripción de poesía después de Auschwitz decretada por Adorno – parece dudar
que después de tanta muerte y destrucción como la experimentada en la Gran
Guerra fuera posible el regreso de la vida y de la alegría y la esperanza que habitualmente
vuelven con ella. Y si lo hacen – vendría a decirnos - es para recordarnos hasta qué punto la una y
las otras estuvieron a punto de extinguirse para siempre. En el estado de ánimo
en el que él y tantos otros como él se encontraban cuando en 1922 cantó a la
tierra yerma, el renacimiento de la vida antes que alivio trae el resurgimiento
de las penas.
Rocío Garriga da en cambio un si a la vida en un mes
como el de septiembre, tan cruel desde el punto de vista de la historia como de
la naturaleza que en el curso del mismo se entrega a la agonía y muerte del verano y al
marchitamiento otoñal que anticipa el letargo del invierno. Y lo pienso como
conclusión de mi visita a la
exposición suya con la que la Freijo Gallery inauguró la semana pasada su nueva
sede en Madrid. Se titula La ley del
espejo y su tema es el bombardeo por la aviación alemana del zoológico de
Varsovia, en septiembre de 1939, justo al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Ese bombardeo no es sin embargo el único que le interesa a esta joven artista valenciana que, según su propia
confesión en el texto incluido en el catálogo de la muestra, se interesó en el
tema de los zoológicos bombardeados a partir de la lectura del libro de W.G.
Sebald Sobre la historia natural de la
destrucción y en especial a partir de unas palabras de Lutz Heck incluidas
en el mismo. “Cuando leí aquello la imagen del Zoo en llamas y de los
animales que forzosamente libera la guerra se apoderó de mí”- afirma Rocío.
Este entrelazamiento entre destrucción,
muerte y liberación es el que ella ha intentado reproducir en su exposición, en
donde planos de las Butterfly bomb
utilizadas en esa ocasión por la Lutfwaffe y
piezas hechas a partir de cristales rotos que evocan ciertamente los que
son rotos por la explosión de las mismas se entremezclan con las piezas que
exaltan a los pájaros o son testigos del coraje y el ingenio de Jan y Antonina Zabinski. Esta pareja construyó en 1931 una
villa imbuida de racionalismo vienés en los jardines del zoológico, que
sobrevivió a los bombardeos del 39, y que los ocupantes alemanes les permitieron
seguir ocupando junto al criadero de cerdos y al depósito de armas confiscadas
al ejército polaco que instalaron en las ruinas del zoo. Los Zabinski se
dedicaron a cuidar los animales que habían sobrevivido al tiempo que convertían
su casa en un refugio para resistentes y fugitivos, entre los que destacaban
los judíos. Creyeron con razón que la vecindad con la guardia que vigilaba de
forma permanente el depósito de armas alejaría de la cabeza de las autoridades
alemanas la sospecha de que en sus mismas narices se ocultaran aquellos a los
que la Gestapo perseguía con tanto ahínco por toda Polonia.
Si para Giorgio Agamben Auschwitz es el nomos de la modernidad
para mí las imágenes del zoológico bombardeado de Varsovia evocado por Rocío
Garriga en términos de ruina, depósito de armas, criadero de cerdos, refugio de
animales y de resistentes igualmente amenazados de muerte, ejemplo de astucia
de y coraje me resulta el espejo en el que ella misma nos invita a mirarnos.
Para descubrir en el rostro de una época como la nuestra en la que los demonios
desencadenados de la guerra y el colonialismo, así como el recrudecimiento de explotación
despiadada de los llamados recursos naturales, coexisten con el surgimiento
impetuoso de una nueva forma de relación numinosa con los animales a los que
ahora consideramos nuestros hermanos,
nuestros semejantes, y a los que estamos dispuestos a pedirles perdón imitando
el gesto premonitorio Nietzche que - en
un momento de lucidez extraordinario - se lo pidió a un caballo de tiro en una
plaza de Turín.
Añado que el refinamiento formal de las piezas que
componen esta espléndida exposición va par y paso con su potencia alegórica.
Abuso infantil y pederastia. Carlos jimenez Moreno no es más que un criminal abusador de menores. Ni olvido ni perdón. Toda su verborragia intelectual es una inmunda forma de ocultar su crimen. Si. Contra mi hija. Juicio y castigo. Justicia. Un enfermo capaz de destruir la vida de una niña de 12 años y abusar y mentir. Basta de esta basura. Basta de silencio.
ResponderEliminarDo you understand there is a 12 word phrase you can speak to your crush... that will induce deep emotions of love and instinctual attractiveness to you deep within his heart?
ResponderEliminarBecause deep inside these 12 words is a "secret signal" that fuels a man's impulse to love, please and guard you with all his heart...
12 Words Who Fuel A Man's Desire Response
This impulse is so hardwired into a man's brain that it will make him work better than before to to be the best lover he can be.
Matter of fact, triggering this all-powerful impulse is so mandatory to getting the best possible relationship with your man that the moment you send your man one of these "Secret Signals"...
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