domingo, 21 de febrero de 2010

Avatar y la religión ecológica.


A mi atrae la película Avatar de James Cameron tanto por sus deslumbrantes avances técnicos y por la apasionante historia que nos cuenta como por la imaginacion y la inteligencia con las que ha sabido dar forma al movimiento religioso mas ecuménico de esta época. Movimiento difuso y a la vez profuso, que rinde un culto a la naturaleza que en realidad debe a la ecologia muchísimo mas de lo que debe al romanticismo histórico. Al punto que a este novisimo culto podria entenderse como la forma en la que las masas del planeta o, si se prefiere, la opinión pública mundial han asumido e interpretado la perspectiva y los logros científicos de la ecologia en sentido estricto. Quizá en este punto habría que evocar al pitagorismo histórico, en cuanto cuerpo de creencias y doctrinas esotéricas, y a la relación digamos perversa que estableció con las matematicas en cuanto tal. Pero que la ecologia es una una cosa y otra el culto del que estamos hablando es algo que muestra con suficiente claridad la propia Avatar, que convierte el concepto de sistema ecologico y esa interconexión y mutua dependencia entre todos los sistemas existentes a la que se condensa en la fórmula del Efecto mariposa en la imagen a la vez plástica y mítica de un arbol desaforado cuyas raices están entrelazadas con las raices de todos los árboles y plantas que componen ese fabuloso bosque primordial que es el escenario de la conflicto a muerte que domina la narración de la película. Y los controles y las medidas de caracter tanto técnico como político reclamadas por los ecologistas para corregir o por lo menos atenuar las consecuencias catastróficas producidas en el medio ambiente por la explotación industrial intensiva del planeta, se convierten en la película de Cameron en la reivindicación y la celebracion de la tribu, asumida como modelo idealizado de una relación equilibrada entre el Hombre y la Naturaleza.
Cierto, la dimension religiosa de Avatar tiende a ser omitida por quienes no pueden o no logran separar a la religión - entendida como creencias, sentimientos e imaginarios articulados por una devocion - de las iglesias que las instituyen y gobiernan. Pero si en algún lugar esta distinción se manifiesta con la mayor claridad es en los Estados Unidos de América, que es al mismo tiempo la sociedad postindustrial mas apasionadamente religiosa del mundo y aquella en la que dicha religiosidad es instituida y administrada por el mayor número y variedad de iglesias y de sectas. Y por esta misma razón resulta altamente significativo que la película de Cameron haya se convertido alli en un formidable acontecimiento de masas que la catapultado a la cabeza de la lista de las peliculas mas taquilleras de la historia del cine. Señal de que su mensaje religioso ha sido captado por un público especialmente sensible a los asuntos y las cuestiones religiosas. Y un indicio de que quizás la religiosidad americana se está desplazando desde el eje marcado por el individualismo tout court que se realiza exclusivamente en los ámbitos imaginarios de la familia y la parroquia, a otro definido por el reconocimiento de que una relacion armónica con la naturaleza es tan vital como imprescindible.
(21.02.10)

1 comentario:

  1. Me fascinó la película, en realidad superó mis expectativas. Quizá la plástica tan exultante me impidio hacer una reflexión teórica como veo aquí escrita

    ResponderEliminar