martes, 29 de enero de 2013

Santiago Sierra, los encargados, los cerdos y los tiburones.


Santiago Sierra ataca de nuevo. Con la contundencia que es habitual en él  y con la oportunidad con la que rodó una película como NO. Global Tour en el umbral de una crisis cuyo despiadado manejo por quienes nos gobiernan ha desencadenado un aluvión de encendidas protestas callejeras en medio mundo que han elegido el NO como el medio más simple y expedito de expresar su rechazo global  a unas políticas que están condenando a la mayoría a la miseria. La exposición Los encargados -  abierta actualmente en la galería Helga de Alvear de Madrid -  traslada a los manifestantes indignados la advertencia de que quienes han sido presidentes de gobierno de España desde la restauración borbónica encabezada por el rey Juan Carlos I no han sido ni son propiamente gobernantes  en sentido propio sino simples  ¨ encargados¨, al servicio de  poderes ocultos tras bambalinas. La pregunta por quienes son esos enigmáticos poderes en la sombra quizás haya sido difícil de responder antes, durante los anteriores gobiernos y legislaturas, pero ahora la respuesta a la misma la vienen ofreciendo con todo desparpajo aquellos a quienes el investigador Vicenç Navarro califica de  ¨medios de persuasión de masas ¨. ¨ Esos poderes ¨, claman al unísono los encargados de hacernos pensar lo que pensamos, no son otros que  ¨ los mercados¨. Esa entidad fantasmática, caprichosa y omnipotente que paradójicamente huye como una liebre asustada ante la mera sospecha de que algún gobierno está tomando en consideración la posibilidad de revisar el dictum de la ¨ austeridad fiscal ¨, que parece ser la única política que los tranquiliza y satisface. Los analistas -  desde Inmanuel Wallerstein hasta Alberto Rabilotta pasando por Ignacio Ramonet -  afirman que el poder ante el que se rinden incondicionalmente los encargados es el capital financiero, responsable y a la vez beneficiario de la actual crisis. Pero esa respuesta a Santiago Sierra le resulta insuficiente. Él es un artista,  su campo son los imaginarios, su principal facultad es la imaginación y sus medios de acción son por consiguiente las imágenes. Y por eso se esfuerza siempre en elaborar imágenes que comuniquen de manera inmediata la verdad de los conceptos que a él le interesan o conciernen.  En el caso de los ¨ encargados ¨ la solución que ha dado a este desafío fue la de pedirle a Jorge Galindo que pintara retratos en blanco y negro y de tamaño heroico de todos y cada uno de quienes han sido presidentes de gobierno de España desde la llamada Transición. Luego sujetó esos retratos mediante unos aparejos a la capota de otras tantas limusinas negras  que circularon lentamente y en silencio por la Gran Vía de Madrid en una tarde ardiente y somnolienta del verano pasado. En la galería de Helga de Alvear se exponen los retratos de Galindo, las fotografías en b/n del insólito desfile de limusinas por una Gran Vía semi vacía y un vídeo que documenta la experiencia y de cuya notable calidad compositiva es en buena parte responsable el veterano montador Iván Aledo. Con respecto al problema de la representación del capital financiero Sierra ha optado por una fórmula todavía más alegórica, que toma cuerpo en la serie Pigs, que esta misma semana (30.01.13) expone su primera entrega en la sede de la Prometeo Gallery en Milan.  Sierra tiene previsto que la serie incluya tres capítulos u obras: Italia, España y USA y la que se muestra ahora en Lucca es la dedicada a España. Y consiste en un video que registra como una piara de cerdos invaden un enorme mapa de España dispuesto sobre el suelo y cubierto de pienso.  A lo largo del vídeo vemos cómo los cerdos pisotean y se van comiendo el mapa de España hasta desfigurarlo completamente. Cuando le pregunté si el titulo de esta serie remitía a la sigla de PIGS que con tanta mala leche utilizaron los del Financial Times para referirse a los países más duramente afectados por ¨ la crisis de la deuda¨ - tan beneficiosa para la banca internacional  -  o sea: Portugal, Ireland, Greek and Spain,  Sierra me respondió que no, que él no se refería a esos ¨ cerdos ¨ sino a los ¨ cerdos capitalistas ¨ capaces de destruir impunemente a países enteros. Y yo pensé entonces cuán premonitorio había resultado que, precisamente en la víspera del desencadenamiento de la actual crisis económica mundial, el tiburón en formol de Damien Hirst  fuera adquirido en una subasta en Londres y por un precio récord por un multimillonario americano. O sea por quien debe ser un auténtico ¨ tiburón de las finanzas¨, que presumiblemente se siente orgulloso de que se lo identifique como tal. Al punto de que podría convertir a ese despiadado depredador en su animal totémico.    

    

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