La sinfonía de la ciudad es un género o
un subgénero cinematográfico que desplegó con fuerza en los años 20 del siglo
pasado, gracias al poderoso impulso que le dieron entonces las vanguardias
artísticas. Se suele citar a Berlín:
sinfonía de una gran ciudad, realizada en 1927 por Walter Ruttmann, y El hombre de la cámara de 1929 y de Dziga Vertov, como los ejemplos canónicos del
mismo. Pero hay otros ejemplos que, aunque no son tan ambiciosos o brillantes,
no carecen de interés, como el verdaderamente pionero Manhattan, de 1921 y de Charles Sheeler y Paul Strand, o Rien que les heures, de 1926 y de Alberto Calvancati. Hoy, sin embargo, es un
género en desuso tanto porque su lugar ha sido copado - y si se quiere
degradado - por los documentales
turísticos, como porque los artistas contemporáneos no parecen compartir la fascinación futurista o constructivista
por la metrópoli, sea moderna o posmoderna.
De allí que me haya sorprendido la
decisión de Marcelo Expósito de rendir homenaje al género, mediante un proyecto
que se titula elocuentemente Sinfonía de la ciudad globalizada y que
está actualmente está disponible en la red. Y digo ¨proyecto ¨ porque no es
tanto una obra aislada, cerrada sobre sí misma, sino una secuencia de siete
capítulos, de un promedio de 20 minutos de duración cada uno, que pueden verse
aisladamente o en conjunto, según el interés o la disponibilidad de tiempo del espectador.
Su objeto es Valparaíso, ciudad portuaria chilena a la que Expósito fue en
2010 para realizar este trabajo y a la que él considera un ejemplo más de
ciudad globalizada. Que la globalización – viene a decirnos - no solo involucra
a las metrópolis occidentales sino también a las que desde dichas metrópolis se
suelen considerar meramente subalternas.
Y también he dicho ¨homenaje ¨ porque creo que no va más allá de los
términos de un agradecimiento la relación entre lo que ha hecho Expósito con Valparaíso
y lo que hicieron con sus respectivas metrópolis las sinfonías cinematográficas
de la época heroica de las vanguardias artísticas. Ambas sinfonías son muy
distintas entre sí. Y no solo porque el soporte de aquellas fuera el cine y la
suya sea el video sino porque la
sinfonía de Expósito supone un
corte radical con la visión panorámica, de vuelo de pájaro de la ciudad, que informó a las sinfonías vanguardistas. E
inclusive con el canon de estas últimas: la poesía estrictamente visual. Esta
diferencia se anticipa ya en el primer capítulo de la obra de Expósito, que se
titula Llegar a buen puerto y que utiliza como pie o introducción el
documental A Valparaíso, realizado in
situ en 1962 por Joris Ivens. Ivens pertenece a la misma generación de Ruttmann
y de Vertov, y aunque haya compuesto en los años 20 y por encargo una ¨sinfonía
industrial ¨ para la Philips - e inclusive otras obras que pueden encajar en el
género, como Lluvia, El Puente o El Sena encuentra a Paris- fue sobre todo un documentalista
militante. Que eligió la mayoría de los temas en función de una perspectiva
revolucionaria y que por lo tanto solía poner en primer plano de sus
intenciones la urgencia política del tema elegido y/o la escenificación del
mundo del trabajo industrial, el ámbito propio de esa clase obrera que para él
encarnaba el porvenir. Y aunque A
Valparaíso puede considerarse - como lo ha hecho Tiziana Panizza - como una síntesis de los impulsos
militantes con los líricos que atravesaron la obra de Ivens, no puede negarse
que son los primeros los que en este documental siguen al mando. Panizza cita -
en su artículo Joris Ivens: Valparaíso entre la poesía y la
crítica- el desacuerdo de Ivens con el cinema
verité que, el mismo año de la
realización de su documental sobre el puerto chileno, había recibido la carta
de ciudadanía con la Palma de Oro obtenida en el Festival de Cannes por la Chronique d´un étè de Jean Rauch y Edgar
Morin. ¨Estoy convencido – dijo entonces Ivens – que el cine directo es a la
vez indispensable e insuficiente, pues le puede dar autenticidad al material
que será utilizado en partes de la película, pero insuficiente porque solo una
voz en off puede expresar lo complejo de la responsabilidad de la autoría, el
compromiso del director o autor¨. El énfasis en el compromiso del director
queda sin duda claro en estas afirmaciones de Ivens, que creo, sin embargo,
yerran el blanco en el caso de Chronique
d´un étè, porque en esta película no
faltan ni la responsabilidad ni el compromiso de sus directores. Al contrario,
ellos están mucho más abiertamente implicados en la misma de lo que lo habrían
estado de haberse limitado a utilizar la voz en off. Y lo están tanto, que es
probable que lo que en realidad molestase a Ivens fuera precisamente su
compromiso con la perspectiva política que orienta este filme. Porque lo que
hace esta crónica de un verano cualquiera es desechar avant la lettre los ¨grandes
relatos ¨ denunciados mucho después por Jean François Lyotard – entre ellos el
más formidable de todos: la revolución proletaria – para adentrarse en el
terreno de los micro relatos. Historias de gente común y corriente, que en su
sedicente insignificancia hacen parte de las mayorías anónimas que forman la gran ciudad tanto o más que su
arquitectura y sus monumentos característicos. Y que un buen día, por el azar o
la casualidad, son abordados por dos destacados intelectuales, que quieren
llevar a la pantalla un trozo cualquiera de sus vidas. Sin épica, sin tragedia,
sin drama. O sea mostrando ¨la vida ¨ tal cual es cuando se la aparta o se la
despoja de los argumentos con los que los directores guían normalmente la
atención de los espectadores de sus obras. Operación quirúrgica de difícil o
imposible cumplimiento, como lo advierte el diálogo con el que Morin y Rauch
cierran en la pantalla una crónica entonces insólita. Morin concluye que
quienes intervinieron en el filme no podía aceptar la sinceridad de los gestos
o las palabras del resto de los protagonistas del mismo, porque cuando no los
consideraban resultados de la performance de un ¨comediante ¨, los consideraban
los de un¨ exhibicionista¨.
Sospecho que Ivens no toleraba la
orientación política implícita en la omisión por Morin y Rauch de les grandes
récits, porque de alguna manera ella componía o daba la voz, a
través de los personajes elegidos por ambos autores, a esas ¨ mayorías
silenciosas ¨cuya existencia normalmente reivindica la derecha política y cuya
actitud es la del ¨desencanto ¨o
simplemente la indiferencia ante esos grandes relatos. Algo que un
militante como Ivens no podía compartir.
Cierto, esto no es más que una
hipótesis, que ya es imposible probar. Tengo en cambió la certeza de que el
Estado francés de entonces sufría una importante crisis de hegemonía porque la
historia o la narración que, según Benedict Anderson, articula a los estados-
nación modernos, estaba siendo sometida en ese país a tensiones tan desgarradoras que
ponían en grave peligro su unidad y coherencia interna. Sobre la realidad de una Francia que había
aceptado y compartido el pacto del mariscal Pétain con la Alemania nazi - que
le permitió conservar el gobierno, la flota y el imperio colonial - se había
superpuesto de golpe el relato de una Francia resistente y heroica que
nunca había transigido ni se había dado
por vencida, desencadenando con ello
conflictos de memoria e identidad como los escenificados alegóricamente por Alain
Resnais en El año pasado en Marienbad. La protagonista de este filme nunca consigue
aclarar si conocía o no al pretendiente que ahora la asedia, pero aun así se
niega empecinadamente a aceptar que ya se conocían y que incluso habían llegado
en aquella oportunidad al extremo de citarse para el año siguiente en
Marienbad. Lo suyo es la resistencia a un pasado que no es propio, que se
sospecha que es impuesto, aunque no se tenga la certeza definitiva de que sea
así. Queda eso sí la alternativa de olvidarse de los grandes relatos para
evitar el íntimo desasosiego que causan sus contradicciones e inconsistencias.
En cualquier caso la sinfonía de Marcelo
Expósito no prescinde de los grandes relatos. Sólo que el relato que la
articula es una versión de la globalización tributaria de pensadores
posfordistas como Toni Negri y sobre todo como Paolo Virno. De hecho, yo sitúo
como una antecedente significativo de esta sinfonía, la obra documentada video
gráficamente que Expósito realizó hace más de una década y en la que examinó la
crisis de la sociedad fordista a través del ejemplo de la transformación de la
gran fábrica de la Fiat en el barrio de Lingotto de Turín en un sofisticado
centro comercial. En dicho examen las imágenes de época se contraponen a las
imágenes actuales, así como la fábrica se contrapone al mall y la clase obrera
industrial se contrasta con el precariado contemporáneo. Y cruzando trasversalmente
las imágenes y las entrevistas a protagonistas de este tránsito, el discurso de
Virno, quién, en una larga entrevista, ofrece claves para comprender en que
consiste el mismo. La estructura de La
sinfonía de la sociedad globalizada
responde a este esquema. En el primer capítulo, ya mencionado, tiene un papel central una larga entrevista a
Jorge Bustos, un líder obrero típicamente fordista, que narra sintéticamente la
historia del movimiento obrero en el puerto de Valparaíso, su decapitación por
el golpe militar de Pinochet y el puntillazo final que recibió cuando,
siguiendo las imposiciones del FMI, el gobierno privatiza el puerto. El
proletariado es entonces forzado a convertirse en precariado. En los siguientes
capítulos la sinfonía de Expósito explora las consecuencias de esta brutal
transformación, entre las que destaca la gentrificación de Valparaíso y la
alienación de la vida cotidiana de los habitantes de los barrios tradicionales
de la ciudad, facilitada por la declaración de la Valparaíso como Patrimonio
cultural de la humanidad. Alienación que en muchos casos ha llegado hasta la
expropiación pura y dura. La ruptura de
esta sinfonía con la visión panorámica
de las ciudades ofrecida por las sinfonías fílmicas del período de entreguerras, se consuma en los capítulos en los que Expósito muestra ejemplos de iniciativas
populares realizadas para recuperar el espacio público. O entrevista a
arquitectos y urbanistas que defienden el legado arquitectónico y urbanístico
de Valparaíso de las arremetidas de la especulación inmobiliaria y la industria
turística. Y que acompañan esa resistencia con propuestas de intervención y
renovación respetuosas de ese legado. Subrayo, para terminar, el capítulo final
de esta singular sinfonía, que se ocupa de los Dilemas de la clase creativa. O sea, los que enfrentan los jóvenes
calificados de un mundo globalizado a los que tientan actualmente los cantos de sirena del ¨ empoderamiento¨ y las
invitaciones de los agentes del Capital a convertirse en ¨ emprendedores¨ y en los que Expósito
cree descubrir sin embargo un potencial emancipador.
Marcelo Exposito: ( 20 de diciembre de 2013 22:27)
anda! gracias!
guau! es un texto formidable carlos! estoy muuuy agradecido!!
solo te señalo un par de datos que, claro, no estaban indicados en la información online, y que por tanto no podrías conocer!
el vídeo en realidad se realizó durante cuatro años, entre 2006 y 2010
(!!!)
y, de la misma manera que esta sinfonía de valparaíso es una serie de siete capítulos,
hay un segunda sinfonía, en este caso de bilbao, de cinco capítulos, a punto de ser rematada
es decir: que 'sinfonías de la ciudad globalizada' es una serie de vídeos sobre ciudades, y a su vez el vídeo de cada ciudad consiste en series de capítulos
los títulos de cada tramo de la serie general, van numerados:
sinfonía de la ciudad globalizada nº 1 valparaíso
sinfonía de la ciudad globalizada nº 2 bilbao
existe la idea de realizar otra sobre río de janeiro y una más sobre riga... veremos si se puede
la de bilbao, se realizó durante el año pasado, 2012
efectivamente el precedente, lo has visto muy bien, es 'primero de mayo (la ciudad-fábrica)'
el otro precedente es mi vídeo de 1995 sobre bilbao:
http://www.facebook.com/l/FAQHUIp3-AQEB4-ynR4NTZj-vIETZrvlPa3ka4Dc09-Kn9Q/www.macba.cat/es/octubre-en-el-norte-temporal-del-noroeste-1856
http://www.facebook.com/l/MAQFwUsnPAQEItqZakuEg7pojaka9nntHNhSz7gsIRwFsxg/www.hamacaonline.net/obra.php?id=241
es formidable tu texto! te quedo muy agradecido!
Miguel Cereceda: (21 de diciembre de 2013 9:54)
ResponderEliminarEs un texto muy bello y muy lúcido sobre una iniciativa muy interesante, en la mejor tradición de la obra de los pasajes de Benjamin.