martes, 22 de febrero de 2011

La película del No de Santiago Sierra.



Santiago Sierra ha logrado con su largometraje NO.Global Tour la epopeya que demandaban unos tiempos en los que el heroísmo es la exigencia cada vez más extendida y común de actos sobrehumanos. ¨ Ya no son uno o dos pueblos- anticipaba Bertold Brecht – los que viven una época de grandeza, sino que llega incontenible a todos los pueblos. Ninguno escapará a la gran época (…) En todo el continente los actos heroicos aumentan, las realizaciones del hombre común son cada vez más gigantescas. Todos los días se inventa una nueva virtud. Para hacerse con un saco de harina se necesita hoy tanta energía como antes para roturar la tierra de toda una provincia. Para averiguar si hay que huir hoy mismo o si se puede huir mañana, hace falta una inteligencia que, un par de décadas antes, habría bastado para crear una obra inmortal. Se requiere un valor homérico para salir a la calle, y, en suma, para ser tolerado se necesita la abnegación de un Buda. Sólo si se dispone del amor al prójimo de un San Francisco de Asís, puede uno dominarse para no cometer un crimen¨. El mundo – tal como pronosticó el autor de estos Diálogos de fugitivos- se ha convertido en ¨ un lugar de residencia para héroes ¨. Sólo que estos héroes ya no encuentran su imagen en el espejo de sufrimiento y renuncia que durante tanto tiempo han ofrecido los mártires del cristianismo. Como tampoco en el ofrecido por el individualismo desafiante, abnegado o escéptico de Robinson Crusoe, Billy Bud o Sam Spade. El heroísmo del que hablamos es anónimo y común y no individualista, raro o excepcional y por eso la figura que le es propia no puede buscarse en las hagiografías y ni siquiera en la novela o en el cine dramático sino en la epopeya.


Cierto, una nueva clase de epopeya por la que estábamos a la espera desde que El Canto a mi mismo de Walt Whitman y desde que La tierra baldía de Eliot, los Cantos de Ezra Pound y el Canto general de Pablo Neruda pusieron en evidencia su necesidad. O por lo menos la sorda insatisfacción con su reiterada omisión por la lirica moderna.¨ Cantares de la tribu ¨, los llamó Pound cuando intentó explicarle a uno de sus traductores al castellano porque quería que el ¨Cantos ¨ del original en inglés se tradujera por ¨Cantares ¨ y no por ¨Cantos¨ - como ya se había hecho en versiones previas. Cantares - corrijo yo - en el que el heroísmo común no podría, no tendría que celebrarse con cantos a las acciones de la individualidad desmesurada sino con cantos a aquellas acciones que por su naturaleza radicalmente colectiva, social, resultan desmesuradas, incluso para el individualismo mas desmesurado. Cantares en los que la dimensión trágica de todo heroísmo tendría que manifestarse en nuestra época no como desafío individual al destino ni como dolorosa constatación del abismo al que arroja a todo un pueblo la destrucción del templo de Jerusalén por las legiones romanas sino como contraste, como inconmensurabilidad irremediable, entre las limitadas posibilidades de conciencia y de acción de la individualidad aislada y la escala, la magnitud y complejidad de la acción social.


El NO. Global tour de Sierra puede interpretarse en primera instancia como la documentación de los motivos de rechazo radical a un mundo en el que son tantas las cosas que fuerzan a tantos a ejercer la clase de heroísmo puesta al descubierto por Brecht, el heroísmo del que simplemente intenta sobrevivir en un mundo hostil que le sobrepasa vertiginosamente. Un mundo que todavía otorga a Europa y América la condición de escenarios privilegiados del poder y por los que Sierra hizo circular en 2010 y durante meses un NO en forma de escultura puesta en la plataforma de un camión. La película b/n resultante tiene formato de road movie y en ella no hay ningún protagonista distinto de ese NO motorizado cuyo paso por los lugares y los escenarios antes mencionados es lo único que va hilvanando todo lo que ocurre durante las 2 horas y 5 minutos que dura su proyección. Pero si es sorprendente que el protagonista no sea un personaje sino una escultura - que bien podría representar el Gran rechazo del que hablara Herbert Marcuse a propósito de la actitud de los movimientos contestatarios de los años 60 del siglo pasado - sorprende todavía más a nuestra mirada largamente amaestrada por Hollywood que lo que ocurre en este filme no se corresponda ni al modelo de las acciones novelísticas ni cinematográficas al uso, ni a los acontecimientos al modo en el que estos últimos son producidos o manipulados por los media. Y por esta razón es por la que me atrevo a calificar los sucesos hilvanados en No.Global Tour de momentos poéticos, de topos que son a la vez tropos, que Sierra ha articulado sabiamente en los distintos episodios que componen su singular epopeya.


Tres observaciones adicionales para cerrar esta cala en una obra que merece más que un simple comentario. La primera para subrayar que en el audio de la misma la mezcla de las voces en italiano, alemán, holandés, inglés y castellano, resulta un homenaje quizás involuntario a la voluntad políglota que demostraron en sus obras Eliot y Pound. La segunda se refiere al papel estratégico que cumplen en la película tanto el pixelado de los rostros de las personas que han intervenido de una u otra manera en la producción y la realización de la misma, como por la inversión de los textos de la mayoría de los anuncios publicitarios que van apareciendo en los distintos episodios. La anulación de los rostros y la posibilidad de leer solo muy pocos de los anuncios emitidos por la publicidad omnipresente resultan singularmente reveladores. La última observación tiene que ver con ese heroísmo anónimo de nuestra época al que esta película ofrece la oportunidad de liberarse tanto del resentimiento tajantemente condenado por Nietzche y de la simple negación mística del mundo como de la patética cultura de la queja. .Viendo las poderosas imágenes de las autopistas, las ciudades y los puertos que ofrece esta extraordinaria epopeya audiovisual descubrimos de pronto que el mundo desaforado y grandioso, que con tanta frecuencia nos condena o nos reduce al estado de mero superviviente, es también y sobre todo un producto de un heroísmo anónimo que es nuestro. Y que es de todos.


[El NO. Global Tour se estrena en España en el Artium de Vitoria el viernes 25 de febrero de 2011]

lunes, 14 de febrero de 2011

El teatro que no engaña.


En el audio de Off Escena hay una voz en off advierte al espectador que si toma consciencia de que lo que va a ver es teatro no podran engañarle. La advertencia es brechtiana y sirve no solo para condensar la actitud desde la cual Cabello/Carceller han compuesto esta video instalación – expuesta actualmente en el espacio Abierto x obras de Madrid - sino también la adoptada por Mira Bernabeu en el diseño y la realización de las series Genealogía de la consciencia I, II y III que ahora enseña en la galería Fernando Pradilla, igualmente de Madrid. En ambos casos el decidido énfasis en lo teatral juega en contra - como en su dia lo hizo la dramaturgia de Bertold Brecht - del naturalismo y específicamente en contra del hipernaturalismo con el que hoy se empeñan en seducirnos los media. Estos últimos hacen un teatro que oculta deliberadamente su condición teatral: su puesta en escena, su argumento o guión, el enmascaramiento de las actuaciones, ofrecidas siempre como actos libres y espontáneos, carentes de toda orientación y de todo montaje previos. Cabe aclarar sin embargo que la ambición y el alcance de las obras respectivas de Cabello/Carceller y de Bernabeu difieren considerablemente. A la pareja artística le interesa poner en escena a quienes siempre están excluidos de la escena, mientras que el propósito del segundo es subrayar todo lo que de teatral tienen nuestras acciones cotidianas. E inclusive, nuestras acciones políticas y reivindicativas. Por eso Off Escena - cuyo subtitulo es: Sobre poéticas/políticas de inclusión y exclusión y nuestro papel en ellas – quienes suben al escenario son cuatro mujeres encarceladas en Alcalá – Meco y que, como el resto de las confinadas en cualquier otro penal, no suelen aparecer en los media sino en situaciones extremas o limites. Y habitualmente sometidas a unos estereotipos que ellas en este caso se resisten a intepretar en el insólito escenario montado por Cabello/Carceller en medio de los restos calcinados de lo que fueron las salas frigoríficas del antiguo matadero de Madrid. En cambio, el propio título compartido por las 3 series de fotografías corales de Bernabeu anuncia que su apuesta por la teatralización enfática obedece al deseo de poner en evidencia aquello que estructura subrepticiamente nuestra consciencia y que se delata en las poses y los gestos estereotipados que fijan o dan forma al status y los roles sociales. En esas obras actúa la concepción de la religión que Louis Althusser condensó en la tesis de que el creyente lo es más porque se arrodilla que por creer en lo que cree.

(14.02.11)

miércoles, 2 de febrero de 2011

La trayectoria de lo sublime.


El viernes pasado (29.01.11) el colectivo brumaria inauguró en el MUSAC de León una intervención titulada Una organizacion en torno al vacio, que podría leerse como una apuesta más por la tábula rasa, como la que con esa misma intencion y de forma muy radical realizó en Diciembre/Enero la galería Elba Benitez de Madrid con el proyecto Huis Clos, que dejó las salas de la misma prácticamente vacias, punteada apenas por las intervenciones poco o nada visibles de cuatro artistas empeñados en no dejarse ver. Y con un propósito de borrón y cuenta nueva que Magali Arriola expuso abiertamente en el texto curatorial de la misma. Ojala fuera el muy esperado borrón y cuenta nueva que nos librara de la morralla que durante tanto tiempo ha saturado los escenarios del arte internacional bajo la difusa y confusa enseña de ¨lo conceptual ¨. Pero la intervencion de brumaria tambien puede ser leída en la clave lacaniana, tal y como lo proponen explicitamente sus autores, que han impreso en un escueto mueble- escultura situado en el vestíbulo del museo esta sentencia del desafiante transgresor del legado de Freud: ¨ El arte es una organización en torno al vacío¨. El fogonazo instantáneo que, lanzado por unos potentes focos a intervalos regulares, sorprende y enceguece al espectador en una gran sala vacia es - aparte de una cita de obras semejantes de Alfredo Jaar, Tania Bruguera y Martin Creed - el resultado del intento de los brumarios de poner en evidencia el vacio en torno al cual, según Lacán, se organiza el arte. Sólo que tratandose de Lacan esto del ¨vacio ¨ no puede entenderse acudiendo exclusivamente al sentido común. El Diccionario de la Real Academia sin embargo acierta - aunque quizas sin saberlo - en la primera y en la segunda acepción que ofrece del mismo. En la primera define al vacío como aquello ¨ falto de contenido físico y mental ¨ y en la segunda como ¨ dicho de una hembra que no puede tener cria¨. La primera, al considerar el vacio como ¨falta ¨, invoca o evoca una geneología genérica: algo estaba y ya no está: falta. En la segunda, al considerar la ¨falta¨ como una anomalía en la reproducción sexuada la remite sin mas a la sexualidad. El ámbito que - según el Freud interpretado por Lacán - se convierte en especificamente humano por obra de una ruptura traumatica e inmemorial entre el niño y su madre que genera una ¨falta ¨ por definicion irreparable que sella - en el doble sentido de cerrar y de marcar - el plano linguistico que articula, enuncia o expresa los dispositivos y las modalidades de la vida psíquica, incluidos la oposición niño/madre y el deseo siempre reprimido que los une. Esa falta - esa ausencia de lo que jamás podrá regresar porque solo puede existir como ausente - es tambien el vacío donde el arte adquiere su forma y eficacia, su ¨ plano de consistencia ¨ para decirlo en términos de Deleuze.
Yo me inclino, sin embargo, por una tercera lectura de esta pieza de brumaria que para mi surge cuando se la conecta con una pieza anterior, la pieza realizada para la pasada edición de Manifesta, clausurada hace poco en Murcia. Se titulaba: Violencias expandidas y si la ponemos junto con Una organización en torno al vacío el resultado es una cierto esquema de la genealogia de lo sublime y por ende del arte, que subraya el papel crucial que cumple en la misma la violencia. La violencia de las guerras, los conflictos y las catástrofes que diariamente sacuden el mundo y que la pieza de Murcia trajo a cuento mediante en un collage incesante de estremecedoras imágenes entresacadas de los informativos de esa television que las manipula e interpreta a su amaño. La violencia de esos fogonazos que enceguecen al espectador en Una organización... Y como corolario la certeza de Edmund Burke - inspirada en la catarsis aristotélica- de que el arte que más radicalmente nos compromete y concierne es aquel que sublima la violencia de tal manera que es capaz de ofrecernos un placer estético equiparable al goce producido por la contemplación directa e inmediata de un ahorcamiento o una decapitación.

martes, 1 de febrero de 2011

La multitud y el museo.

Si algo ha distinguido el pensamiento y la accion política de Toni Negri ha sido la reivindicacion de ¨ la multitud ¨ como el principio constituyente llamado a tomar el relevo de la soberania popular como fuente de legitimidad de la democracia radicalmente renovada que estan exigiendo las actuales condiciones históricas. Por eso es de suponer su alegria al comprobar que esa multitud tan consistentemente teorizada ha escapado de las páginas de sus libros y se ha echado a la calle, primero en Túnez y ahora en Egipto, donde ha protagonizado un episodio que ciertamente da la razón a su tesis de que la multitud no solo se autogobierna sino que es la única capaz en definitiva de hacerse cargo de los bienes comunes. El episodio es conocido: el sábado pasado (30.01.11) la multitud atacó e incendió la sede cairota del Partido Nacional Democrático - el partido del muy odiado y detestable Mubarak - y aprovechando ese momento de furia colectiva un grupo de miserables codiciosos allanó la sede del Museo Nacional Egipcio con la intención de saquearlo. Y lo hubiera conseguido de no ser porque la multitud enardecida lo impidió cortándoles el paso y ahuyentándolos contundentemente. E hizo mas: formó espontáneamente un cordón humano que montó guardia en torno del museo para disuadir a cualquier otro grupo de desaprensivos que intentara saquearlo de nuevo. El episodio, aparte de ejemplar, es un sonoro mentís de la desaforada cantinela mediática que en Occidente - y no solo en Egipto - atemoriza en estos dias a la gente con el espantajo del ¨ caos ¨ destructivo y aniquilador que sobrevendría al desplome de una dictadura que ha gozado de 30 años de impunidad igualmente mediática. Con ese argumento intimidatorio han intentado legitimar que Mubarak haya hecho la barbaridad de sacar los tanques a la calle e imponer un toque de queda que esa misma multitud no ha tenido hasta la fecha la más minima intencion de acatar. Lo común siempre está a buen resguardo cuando está en manos de la gente común. O si se prefiere, de esa multitud tan convincentemente reivindicada por Negri.