( Entrevista a Francesca Bellini sobre Frieze, 2º Parte)
¿Obligará esta decisión a Sotheby´s y a Christie´s a revisar sus respectivas divisiones entre arte contemporáneo, moderno y de antiguos maestros?
¿Crees
que esta edición de Frieze ha venido
a corroborar que Londres ha desplazado a New York como centro del mercado del
arte mundial, o esta última todavía mantiene su primacía?
Nueva York es la capital del mercado del
arte en Estados Unidos. Londres es la capital del mercado del arte en Europa.
Juntas son los mercados del arte más importantes del mundo, seguidas por Hong
Kong. En términos de subastas Nueva York genera muchos más ingresos que Londres. En términos de mejores
museos en el mundo es Londres, con tres de los cinco museos más visitados del
mundo. Sí, estoy relacionando calidad con popularidad, porque hasta hoy esta es la
única medida que tenemos disponible. En mi opinión, Londres es muchísimo más
multicultural que Nueva York y por eso su escena artística es más rica. Una
feria individualmente no tiene la capacidad de ubicar una ciudad en el ranking
de capitales mundiales del mercado del arte: es todo el paquete. Pero al final
del día, cuál de las dos tiene el primer lugar en ese ranking no tiene mayor
importancia. Ambas dominan el mercado global del arte en casi todos los
sentidos.
¿Qué
te ha parecido el programa paralelo de Frieze Foundation?
Yo asistí a algunas actividades que Frieze ofrecía paralelamente a las
ferias pero si eran parte del Frieze
Foundation o no, no tengo idea. Hay demasiada cosa y uno no lo puede
asistir a todo. El fenómeno de las ferias se ha vuelto insaciable. No solo hay
más ferias sino más galerías participando en ellas, más actividades, más
charlas, más tours, más gente más, más, más…zzzzzzz. ¿Dicho programa se articuló con la feria o pasó desapercibido o no fue atendido por la mayoría de los visitantes de la feria?
Pasó.
¿Crees
que esta edición de Frieze pone fin
al ciclo expansivo de la bienalización y que de ahora en adelante las ferias,
con ofertas tan articuladas y complejas como la de Frieze, van a tomar el relevo?
Yo no sé si la bienal este pasando por
un ciclo expansivo, eso te lo dejo a ti que te interesa ese fenómeno más que a
mí. En cuanto al fenómeno de las ferias, lo que hemos visto en los últimos 10
años es una expansión sin precedentes. Hoy contamos en el mundo con un promedio
de 0.6 ferias a la semana y esta cifra
va en aumento con la creación de nuevas ferias en Australia, Estados Unidos y
Turquía este año. El futuro de esta expansión es impredecible y solo me atrevo
a decir que el mercado comenzará o ha comenzado a hacer una selección mucho más
agresiva de la actual oferta.
Los últimos informes de mercado indican
que las ventas han aumentado en ferias locales y sugieren que el
coleccionista está bajándole el ritmo al viaje. Como los coleccionistas no
pueden pasársela viajando cada dos semanas a una feria – porque para comprar
arte hay que tener dinero y para tener dinero hay que trabajar –, entonces
ellos tenderán a seleccionarán las ferias a las que quieren asistir. Las ferias
internacionales como Frieze y Basel están prácticamente blindadas por
su fuerte reputación. Ahora bien, es interesante el cruce que haces entre bienal y feria: hasta los 70s del siglo pasado la Bienal de Venecia era también una feria de arte, uno de cuyos propósitos centrales era vender las obras que exponía. Luego se decidió cambiarle la naturaleza al concepto de la bienal eliminando su aspecto comercial. Pero no que por ello podamos asegurar que en la Bienal de Venecia no se vende arte…
Sin duda lo más extravagante que vi fue
el cordón de guardaespaldas ¡ cuidando
las esculturas de Koons! Además comprobé personalmente que el interés del
coleccionismo por las obras del joven pintor
colombiano Oscar Murillo es real.
Tenía dos piezas en el stand de David Zwiner, su nuevo galerista, que estaban
reportadas como vendidas en las primeras dos horas de la inauguración VIP de la
feria. Una cosa que me desconcertó fue una crítica de arte que aseguraba que la
obra expuesta en el stand de Lisson Gallery, una especie de pasillo en
espiral hecho en vidrio y cuyo precio era 600.000 dólares, era la única pieza
“democrática” en Frieze, simplemente
porque se podía caminar por ella. A ti, que eres crítico te pregunto, si te
parece que ese vocabulario sea apropiado para la circunstancia? A mí no me lo
parece.
En fin, creo que la danza de los
millones siempre es algo impresionante e impactante de ver, positivamente y
negativamente. Positivamente porque da mucho para investigar y analizar y negativamente porque como concluyó el profesor William Goetzmann en su estudio
titulado Arte y Dinero, la evolución de la demanda por el arte y la de la desigualdad están estrechamente
asociadas…
Querido Carlos,
ResponderEliminarYa sé que parece que hace siglos que publicaste esta entrada pero acabo de encontrar el momento para leerla, en realidad las dos partes de la entrevista. Me parece absolutamente fantástica, es más, coincido totalmente con la opinión de Francesca.
Me encantaría poder charlar contigo sobre el tema en alguna ocasión.
Te envío un cordial saludo, espero que volvamos a encontrarnos paseando por las ferias de aquí o de allá.
Lucía H. Uranga
ArtePaso