Leí en hoyesarte la noticia de que la Tate Modern tiene previsto realizar en otoño Vida Pop: el arte en un mundo material, una exposición curada por Catherine Wood, cuyo leitmotiv es justamente reconstruir la historia de los artistas que se han asumido a si mismos como marca o como logo, dedicando buena parte de sus esfuerzos a la autopromocion publicitaria. La historia - continúa la noticia - arranca con Andy Warhol, lo que es enteramente comprensible, dada su extraordinaria dedicación al cultivo de su propia imágen mediática, pero no deja de ser injusta porque quien de verdad inició esta serie - y en los propios Estados Unidos de América - fue Salvador Dali, muy consciente de que su ´ avidez de dólar ´solo podía ser satisfecha en el pais por excelencia de la publicidad, si él mismo se convertía en un reclamo publicitario a fuerza de excentricidades y desplantes. Y bien que lo consiguió. No olvidemos que el fue el primer artista moderno que mereció una portada de la revista Life, antes que Picasso y antes, desde luego, que Warhol que, como es sabido, deseaba ardiente conquistar con su imágen esa portada. Y estuvo a punto de conseguirlo, a raiz de los tiros que le propinó una feminista radical, habitual de la Factory. Su desgracia consistio en que al dia siguiente Robert Kennedy fue asesinado, en el curso de un mitin electoral en California, por un extremista pakistaní, sino recuerdo mal. Entonces los editores del popular semanario ilustrado rediseñaron la portada y en vez de la de Warhol apareció la imágen del Kennedy asesinado. La excentricidad y la provocacion cultivada por los artistas ansiosos de notoriedad rinden sus frutos gracias a la propension de los media de considerar noticia que un hombre muerda a un perro y no al revés, siempre y cuando el hombre mordido no sea alguna de las cabezas visibles del poder económico, político o mediático.
Por lo demas, la lectura de esta noticia (15.05.09) coincidió con la terminación del ensayo que he escrito para un nuevo número de la revista Nolens Volens de la Universidad Europea de Madrid en el que analizo y discuto las relaciones entre la fe en la existencia del arte y el papel que en el sosteniniento de la misma cumplen las marcas - o si prefiere los logos - de los museos de arte contemporáneo, ahora que el propio museo de bellas artes pierde su estatuto sublime y se entrega de lleno a las estrategias del marketing.
La intervención de Theo Firmo
Hace 13 años
¿Como podría conseguir la revista de la Universidad Europea? Me parece muy interesante su artículo
ResponderEliminarAndrea: la revista se está editanto ahora. Cuando se publique preguntaré a los responsables cómo podrias conseguirla.
ResponderEliminarPues si , es interesnate leer las referencias que nos hace ...
ResponderEliminarun saludo