El martes (16.12.08) comí con Diego Barajas y Camilo su amigo y socio en una audaz empresa de arquitectura. Diego es el autor de ´ Dispersion ´, un libro escrito a partir de su tesina de maestría en la escuela de arquitectura de Rotterdam, que es una estimulante incursion en el ámbito del ´urbanismo ficcional ´que es un producto de las comunicaciones en red de los inmigrantes del Tercer Mundo en Europa. La investigación de Diego está centrada en específicamente en la emigracion de los caboverdeños a Rotterdam.
Comimos en un restaurante vegetariano de la Plaza de la Paja, a mitad de camino entre mi casa y la de ellos, y hablamos de muchas cosas, entre ellas dos que quiero retener. La primera el libro de Simón Marchán Fiz sobre Las Vegas que sigue huerfano de un debate público que ponga en evidencia su importancia y que conecte sus indudables aportes con la aproximacion clasica a esa ciudad ahora mitica, realizada por Dennis Scott Burton y Robert Venturi. Coincidimos en que la publicación hace tres décadas de ´ Aprender de Las Vegas ´ fue un hito en la cultura arquitectónica internacional de una importancia equiparable a la de ´ Por una nueva arqutectura ´ de Lecorbusier, 60 años antes.
El siguiente tema de discusion fue la intervención de Diego en la mesa redonda que Nekane Aramburu organizó hace un par de semanas en el Museo Reina Sofia para presentar el libro que recoge las ponencias e intervenciones en un seminario internacional organizado por la propia Nekane en Buenos Aires hace unos cuantos meses, centrado en el tema de los espacios de creación. Diego expuso, entonces, su idea de lo público como multiplicidad de conexiones e intercambios heterogéneos. Pero se guardó en el tintero la propuesta de enriquecer y fortalecer el caracter público del Reina con medidas como la de instalar en su terraza un mercadillo al aire libre abierto sobre todo a los habitantes del barrio de Lavapies, a los que la arquitectura de la ampliación de Jean Nouvel les ha dado evidentemente la espalda A mí la idea - inspirada en un proyecto de Rem Koolhaas, que incluye un pasaje que pasando por en medio de un museo conecta a una plaza pública con una avenida cercana . me pareció tan estimulante como osada. Podria concluir en un cruce de vecinos y aficionados del arte, de mercaderes y galeristas, de obras de arte y frutos y verduras como el que supuso la apertura por Muntadas del pasaje que comunica al Palau de la Virreina de Barcelona con el mercado de la Boquería, clausurado hasta que él pidio que se abriera de nuevo. En consecuencia invité a Barajas proponerla directamente a la dirección del Reina. Sería magnífico que la aceptaran.
La intervención de Theo Firmo
Hace 13 años
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