martes, 26 de mayo de 2009

La coleccion del Reina Sofia y la historia.

El Reina Sofia era esta mañana(25.05.09) un hervidero de periodistas y de criticos de arte, atraidos por la convocatoria de la rueda de prensa en la que Manuel Borja Villel presentaría en público su particular acrochage de la colección de arte de este museo. Las expectativas habían sido excitadas previamente por una inteligente campaña de promoción que había dosificado cuidadosamente las dosis de información suministrada a los media sobre el avance de lo que, tal y como subrayó el propio Borja Villel en su discurso de presentacion, ha sido y seguirá siendo work in progress, tarea contínua, abierta, por definicion inacabada. Y un verdadero hito en esa campaña fue el anuncio de la incorporacion a la coleccion del Reina de dos series de grabados de Goya: Los desastres de la guerra y Los caprichos que anticiparon de manera explosiva lo que Borja habia explicado antes e intentó explicar de nuevo esta mañana: la exposicion de la coleccion del Reina ya no se regirá por un ordenamiento cronológico sino por otro que no es ni ´canónico ´ni ´ lineal ´ y que es resumido por lo que en el discurso de Borja Villel funciona como un emblema o una metafora: Las mil y una noches. Esa coleccion de relatos que proliferan en todas las direcciones imaginables sin otra conexion que no sea la del deseo de su narradora de aplazar indefinidamente su muerte. Borja Villel no fue, sin embargo, lo suficientemente explícito. O por lo menos convincente, a juzgar por la pregunta de uno de los asistentes a la rueda de prensa que, luego de advertir de que estabamos ´ante un cambio de paradigma ´, le pidio que explicara mejor en que consistia dicho cambio.
Añado que las razones ofrecidas hasta la fecha por Borja Villel para incorporar a Goya a la coleccion del Reina me siguen pareciendo insatisfactorias y no porque no crea que la historia de la modernidad se pueda fechar de una manera distinta a como la fechaban normalmente los alemanes o los anglosajones, ni porque crea que carece de sentido asociar a Goya con Zuluaga o con Gutierrez Solana: al fin y al cabo estos últimos reconocieron su deuda con el maestro aragonés. No, a mi, lo que no me satisface es que Borja Villel sigue desaprovechando la oportunidad de insertar a Goya en una auténtica constelacion histórica benjaminiana, capaz de iluminar simultaneamente y con una luz inedita el presente y el pasado. Y sigo insistiendo que esa clase de constelación podria realizarse en terminos expositivos, museograficos, juntando al Goya de la llmada guerra de independencia con el Picasso del Guernica.

1 comentario:

  1. Me entusiasma el nuevo plan museológico del Reina Sofía. Tiene momentos bellísimos, como la confrontación de la Mujer de azul de Picasso con las esculturas de Medardo Rosso. Es cierto que no es un relato definitivo -cerrado- y espero que no lo sea. Me encanta la idea de darle la vuelta a todo, otra vez, dentro de 4 años, o incluso antes.

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