jueves, 24 de septiembre de 2009

El poderío de la pintura.

La temporada artistica en Madrid ha arrancado marcada por un poderoso despliegue de la pintura del que forma parte incluso la rendicion de quienes en su día protagonizaron un radical cuestionamiento de su estatuto. La rendicion es la del colectivo Art & Language - formado actualmente por los artistas Michel Baldwin y Mel Ramsden - que bajo el titulo muy estricto, muy literal, muy suyo de Recent Work exponen un conjunto de obras recientes. Este colectivo se formó en los años 60, en la misma época en la que Joseph Kossuth publicó su Art after philosophy y Gregory Battcock intentó el primer catálogo razonado de lo que entonces emergía etiquetado como arte conceptual. Y si esa etiqueta tenía sentido y si aún hoy - cuando se ha convertido en un auténtico cajón de sastre- lo sigue teniendo es porque traia a la luz en el mundo del arte una antigua escision y la convertia en motivo de querella o por lo menos de polémica. Me refiero a la escision entre lo sensible y lo inteligible caracteristica del pensamiento moderno que Kant intentó suturar en su Critica del juicio. El arte conceptual puso en cuestion la sutura kantiana, exponiendo crudamente la diferencia insalvable entre la cosa - tal y como ella se ofrece a los sentidos - y el concepto que la capta y le otorga sentido. La cosa fue - en una instalación paradigmática de Kossuth - una silla escueta, elemental, cuyo concepto se exponia en las definiciones que el diccionario Webster ofrecia del término chair. Si el arte tiene algún porvenir -venia a decir Kossuth en una época en la que se negaba abiertamente que tuviera alguno - lo tendrá primando lo inteligible sobre lo sensible y desechando todo aquel arte que siendo puramente sensible no quiere, no puede o no logra elevarse a un plano conceptual. Fue en ese contexto donde adquirió la fuerza de una dogma incuestionable la condena de Marcel Duchamp a ´ la pintura retiniana ´.
La silla de Kossuth está presente en prácticamente todas las piezas de Art&Language expuestas en la galeria Distrito 4 (17.09.09) aunque como cita asi, sea enmascarada, y lo que es aún mas inconsistente con las premisas del conceptualismo como soporte de la pintura. De hecho cada silla está ´construida ´con pequeños bastidores cada uno de ellos pintados, y cada silla asi compuesta hace parte a su vez de un conjunto que la opone a otra pintura situada detras de ella y pintada en la pared. Cierto, cada silla es tambien portadora de un texto que reflexiona sobre la complejidad de las relaciones entre el texto y la imágen, y el propio Charles Harrison - teorico de cámara del colectivo - reafirma la escision que nos ocupa cuando afirma que el compromiso del de A&L con el mundo del arte se define por la conjugacion de un ´lenguaje escrito que no guarda secreto alguno ´con un lenguaje visual ´ para el cual cada obra resulta hermetica´. Pero la verdad es que la pintura se impone a la silla, al contraste entre la imagen y el texto de la que son portadoras y a la mismisima teória que intenta captar ese contraste. Otra cosa es que esa pintura nos resulte torpe y hasta penosa, quizá porque se ha visto sometida a la obligacion de satisfacer exigencias conceptuales que le son ajenas.

1 comentario:

  1. En esta exposición me pare a pensar si muchos de los conceptuales lo son, simplemente porque nunca podrían llegar a ser pintores

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