La muerte de Antoni Tapies (06.02.12) es un duro golpe para quienes amamos la pintura y no solo la suya, aunque fue gracias a la suya que ese amor creció, se ahondo y maduró hasta alcanzar algo muy parecido a la plenitud. Él fue un pensador, un escritor y hasta un místico intempestivo pero lo fue debido a la pintura y por medio de ella. La pintura en sentido estricto, restringido, material o matérico como solía decirse a propósito de los Informalistas. Y la pintura como el arte de iluminar al mundo con la luz de otro mundo o de ofrecernos simplemente la experiencia del espíritu. Es cierto que nos quedan sus cuadros, sus escritos y el ejemplo de su obstinada fidelidad a la pintura en una época aturdida por la estridencia audiovisual pero aún así siento que su ausencia va a ser una carga dificil de sobrellevar.
Me ha gustado mucho el post sobre todo el resaltar la fidelidad a la pintura y el no dejarse llevar por modas, que como todas, pasajeras.
ResponderEliminarEfectivamente Tápies es una ausencia que afecta pero su obra y su pensamiento dejan semilla que se tornara en nueva creacción por parte de algun artista que surgira en cualquier momento. es un periodo convulso donde se dan las condiciones propicias para ello. Tu forma de describir en esencia quien y como fue es muy significativa.
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