En la entrada anterior faltó mi comentario sobre ¨La gran transformación. Arte y magia tactica ¨, la otra exposición colectiva abierta actualmente en Marco y curada por Chus Martinez. Exposición rara, por lo insólito de su planteamiento curatorial y la escasa o nula presencia en la escena artística española de la mayoría de los artistas incluidas en ellas. Hay excepciones, como la de Mike Kelly, suficientemente conocido entre nosotros, pero la impresión general es la de una exposicion rara, que tambien lo es, repito, por su planteamiento curatorial que gira, tal y como lo advierte el título, por las relaciones entre el arte y la magia. Y habría que añadir, que tambien con el ocultismo y al límite con el espiritismo, representado desafiantemente por la escultura de Goshka Macuga que muestra a madama Blavatsky con el cuerpo suspendido entre la silla en la que apoya el cuello y la silla en la que apoya los tobillos. Una proeza de levitación, que de seguro merecería el mas duro reproche del ensayista argentino Juan José Sebreli, autor de ¨El asedio de la modernidad ¨ que es una larga y muy documentada impugnación de la tendencia de los protagonistas de las vanguardias históricas a inspirarse en el espiritismo, el ocultismo y la teosofia. Chus Martinez lo ve, obviamente, de otra manera, tal y como lo demuestra en el ensayo incluido en el catálogo, donde se esfuerza en demostrar que en la relación con la magia y el ocultismo, el arte puede encontrar medios y estímulos para contrariar o por lo menos burlar el dominio abrumador de ´la razón instrumental ´, que diría Teodoro Adorno. Su argumentación no me resulta, sin embargo, muy convincente, aunque comparta con ella el señalamiento de cuánto de mágico tiene el lenguaje con el que esa misma racionalidad se refiere al mundo que ella misma moldea. Tampoco me atrajo, en realidad, la mayoría de las piezas expuestas, con la excepcion de la pieza de Adrian Williams, tan sutil, y de la instalación y el video de Olivia Plender, ambos dedicados a recuperar la obra y la figura de John Hargrabe, el lider espiritual inglés que en los años 20 del siglo pasado fundó Kibbo Kift Kindred, una escición del movimiento boy scouts, de marcado caracter utopico y naturalista. La recuperación de esta figura le permite a Plender hacer una reconstrucción de la historia próxima y remota de Ingleterra en la que juega un papel crucial Robin Hood. De hecho, como ella misma explica en su video, este trabajo suyo fue estimulado por una pintada reciente hecha en una calle de su vecindario en Londres, en la que se pedia que trajeran a Robin Hood de nuevo. Y a mi, la verdad, en una época como la nuestra en la que los gobiernos salvan con nuestro dinero a los financistas que nos han conducido al actual desastre, ese llamado no me parece para nada descabellado.
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