El jueves de la semana pasada ( 16.04.09) viajé a Milan, invitado por los organizadores de MiArt, la feria de arte de esa ciudad. Viaje en la mañana y llegue a tiempo para asistir a la inauguración de la misma, que fue esa misma tarde y duró apenas tres horas: entre las 18 y las 21 horas, sin autoridades ni bombo ni platillos. Feria relativamente pequeña - si se la compara con ARCO, por ejemplo - que distribuía sus stands en dos plantas: la baja dedicada a las galerías que exponian el arte moderno y la de arriba, dedicada a las que mostraban arte contemporáneo. La diferencia mas importante sin embargo estaba referida al acento o la primacía, que en ARCO está en el arte internacional y en MiArt en el arte italiano. Y no es que faltara el arte internacional, que en la seccion moderna podian verse obras de Chagall, Picasso, Marino y Miro, para no hablar de Fernando Botero, Manolo Valdés e Igor Mitoraj, tan sobrevalorados. Y en la seccion contemporánea pudieron verse obras de Dan Graham, Julian Schnabel, Martin Creed, Kim Sooja, Regina Galindo o Yu Gao junto a artistas españoles como Jaume Plensa, Daniel Canogar, Javier López y Santiago Sierra. Pero, insisto, en la feria el arte italiano pesaba mucho, tanto el moderno como el contemporáneo, a pesar incluso de que las últimas promociones no destacan en realidad sobre la misma media internacional en la que se situan los artistas españoles mas recientes.
El resultado, en cualquier caso, bastante normal, sin nada que celebrar y, lo que quizá es peor, sin nada que lamentar.
Mas apasionante me resultó la exposicion dedicada al futurismo en el Palazzo Reale que, aparte de su calidad y de su amplitud, ilumina aspectos que suelen quedar en penumbra en la consideracion museistica y expositiva de este movimiento como son las artes escénicas, la fotografía y el diseño de trajes, textiles y mobiliario.
La intervención de Theo Firmo
Hace 13 años
En resumidas cuentas, la Feria no te gusto.
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