Hace poco ( 01.04.09) recibí el último numero de la revista brumaria, dedicado integramente a la reproduccion de las conferencias que se ofrecieron durante el seminario ´ Iconclastia e Iconolatria ´, realizado en el Cendeac de Murcia en el otoño del año pasado. Yo intervine en el mismo con un articulo en el que me ocupaba de la sacralizacion de las imagenes en el contexto de la guerra contra el terrorismo, un tema que, aunque todavía está vigente, está siendo eclipsado en los medios por una nueva idolatría: la que se rinde a Obama, el flamante emperador. Esta iconolatria empezó desde mucho antes, durante la más larga y costosa campaña electoral americana de la que se tenga noticia, pero, ahora, con el viaje triunfal de Obama a Europa, ha alcanzado cotas verdaderamente inesperadas. Un día si y otro también, los diarios de esta amada península han reproducido en sus primeras planas fotografías a todo color de Obama en solitario, con su mujer o compartiendo la escena con algun lider europeo que, en ningún caso, logra competir con el porte de este atletico mulato, que camina con garbo un equiparable al de su impresionante elocuencia Son imagenes impecables que, en algún caso, tienen una composición tan refinada como la de los cuadros de Caravaggio.
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