Vengo de la presentación a la prensa (29.0109), en el Centro 2 de Mayo de Móstoles, de dos exposiciones. La primera es de Leopold Kessler, un artista austríaco que ya estuvo en Madrid, en el marco del proyecto Madrid Abierto 08 y que ahora regresa con esta potente exposicion en la que queda claro que él es tambien alguien que como husmea. Sólo que él lo hace en los intersticios de los espacios publicos, donde ocurren esa clase de episodios que jamás saldrán registrados en los diarios o en la tele y que son del tipo de encontrar de sopetón en uno de los parques que bordean el Danubio en Viena, las nuevas bancas públicas acompañadas por la viejas, que los encargados de la limpieza del municipio no se han llevado todavía. O la limpieza con chorros de jabón líquido, oficio compartido por los homeless que por un dólar limpia los parabrisas de una calle de Manhattan con quienes en los cuartos de baño de restaurantes de lujo neoyorquinos, dan jabón a las manos de los clientes y mantienen la higiene del cuarto a cambio de lo que quieran dar los clientes. Kessler, además, es amigo de Loreto Alonso, una de las integrantes del colectivo CASITA, a quién él conocio en Munich hace diez año y con quien se encontró de nuevo en Viena, hace una semana, en el transcurso de una gira de trabajo que este colectivo realizó a Austria. Entre estos dos artistas existe una verdadera empatía, tanto por lo que hacen como por lo que piensa: el trabajo de Kessler me parece que es un muy buen ejemplo del tipo de produccion artistica que Loreto conceptualizo en su recient tesis doctoral como ´ producción invertebrada´
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